Las administraciones de lotería de la Región de Murcia están percibiendo un aumento en sus ventas de lotería con respecto al año pasado para el sorteo de Navidad que se celebrará el próximo 22 de diciembre en el Teatro Real de Madrid. Incluso, en algunas oficinas la sensación es que se están superando las ventas que se registraron en el sorteo de Navidad del 2019, el año con más ventas en la historia de la Lotería de Navidad.
La edición de este año viene marcada desde el principio por una relajación en las medidas restrictivas por la covid, un factor que ha permitido abrir las persianas a numerosos comercios y asociaciones de la Región que desde siempre han nutrido sus arcas con las comisiones que obtienen en la venta de lotería para el sorteo de Navidad. «En ventanilla estamos vendiendo casi un 20% más que el año pasado», asegura Rosana Lasheras, lotera de La Envidiosa Millonaria, la popular administración ubicada en el barrio murciano de San Pedro, que este año, a modo de gesto solidario con los damnificados por el volcán, no está cobrando los gastos de envío para los pedidos con destino a isla canaria de La Palma.
En La Envidiosa Millonaria no se están cobrando los gastos de envío para los pedidos con destino a La Palma
Lasheras indica que «todas las agrupaciones habituales están volviendo a comprar lotería de Navidad» y muestra su alegría por «la respuesta que está teniendo la gente después de un año muy complicado».
Un optimismo que también comparte María Teresa Serrano, lotera de El Gato Negro, administración ubicada en la calle Trapería de Murcia: «El año pasado todo estaba muerto, ahora se ve mucho más movimiento en la calle y la campaña está yendo fenomenal». Sin embargo, Serrano apunta que «aunque la compra por parte de las asociaciones se está reactivando de nuevo, aún quedan colectivos a los que les está costando volver a la normalidad como es el caso de los centros de mayores». Mucho antes de que la pandemia los azotase, no eran pocos los centros de mayores en la Región que se encontraban ya tocados y al borde del hundimiento.
La reactivación del turismo ha contribuido a impulsar las ventas de las oficinas del litoral durante el verano
La otra cara de la moneda son las peñas huertanas, donde la venta de lotería constituye una oportunidad para «financiar las actividades del resto del año y sacar un dinero extra que no viene nada mal» explica José López, miembro de la peña Nuestra Señora de La Cruz, en la población murciana de El Puntal.
El impulso del turismo se ha notado en el litoral y Miguel Ángel Zapata, gerente de El Perolo, administración de San Pedro del Pinatar, ha sido testigo de ello. En este sentido, cuenta a LA OPINIÓN que «ya desde finales de verano pudimos comprobar cómo las ventas estaban subiendo incluso respecto a las del 2019» y apunta que «las administraciones que están en la línea de costa han vendido muchos más este verano que las que están en el interior». Cabe recordar que en la oficina pinatarense se han repartido tres Gordos de Navidad en tan solo cinco años de vida.
Los loteros murcianos saben que el margen de mejora con respecto al año anterior es amplio debido a que la venta de lotería navideña cayó, en líneas generales, un 11% en 2020.
El Gordo de Navidad se ha convertido en una tradición anual de la que es cada vez más difícil escapar y el interrogante «¿Y si me toca?» sobrevuela el subconsciente de muchas personas; esa humana necesidad de tentar a la suerte es motivo suficiente para que acaben, con más o menos entusiasmo, comprando.
El número del calamar
«Nos ‘reventó’ el teléfono de la oficina, habíamos escuchado de qué iba la serie, pero no sabíamos el por qué de todas estas llamadas», sostiene Miguel Ángel Zapata, gerente de la administración pinatarense El Perolo, que recibió numerosas solicitudes de clientes que buscaban el décimo ‘00456’, número identificativo del protagonista principal de la popular serie de Netflix donde cientos de personas con dificultades económicas se someten a un macabro juego de supervivencia en el que el ganador obtiene un premio millonario. En El Perolo tenían ese número y se agotó en cuestión de horas. El número con la fecha en la que el volcán de La Palma comenzó a erupcionar, el ‘19921’, también es el más buscado: sin embargo, a día de hoy es imposible encontrarlo.
