En pleno 2021 resulta algo chocante e incluso sonrojante el hecho de que no todo el mundo tenga acceso a agua potable y a un sistema se saneamiento que le permita mantener una higiene correcta, pero así es. El Día Mundial del Retrete puede tomarse a broma si no se profundiza en su razón de ser, pero en cuanto conoces que 3.600 millones de personas carecen de uno que funcione correctamente, lo empiezas a ver con otros ojos.

Las Naciones Unidas animan a ‘valorar los retretes’. | FREEPIK

Así comienza precisamente la campaña del Día Mundial del Retrete 2021 desarrollada por Naciones Unidas, con la que se pretende visibilizar que casi la mitad de la población mundial carece de servicios de saneamiento gestionados de forma segura.

Resulta aún más triste pensar que para la mitad de la población mundial, algo tan cotidiano e insignificante como tirar de la cadena supone un lujo imposible para la otra mitad. El problema va más allá, y es que basta con que algunas personas de una comunidad no dispongan de retretes aptos para que la salud del resto esté en peligro. El saneamiento deficiente contamina las fuentes de agua potable, los ríos, las playas y los cultivos alimentarios y propaga enfermedades mortales entre la población.

‘Valoremos los retretes’ es el lema principal de una campaña mundial que hace hincapié en el hecho de que tanto los aseos como los sistemas de saneamiento en los que se basan están infrafinanciados, mal gestionados o descuidados en muchas partes del mundo, lo que conlleva consecuencias devastadoras en múltiples ámbitos, afectando en mayor medida a las comunidades más pobres y marginadas.

La solución radica en adoptar medidas que permitan dar respuesta a la crisis de saneamiento mundial y lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6, cuya finalidad es garantizar la disponibilidad de agua y saneamiento para todos de aquí a 2030. A pesar de que el acceso al saneamiento es un derecho humano reconocido por las Naciones Unidas, todavía se precisa cuadruplicar las inversiones e implantar importantes innovaciones para ver progresos a lo largo de la ‘cadena del saneamiento’, desde los retretes hasta el transporte, la recogida y el tratamiento de los excrementos humanos.

La desigualdad en cifras

Si plasmamos en números la desigualdad que reina sobre el planeta, el resultado es escalofriante. Se estima que 2.000 millones de personas se abastecen de fuentes de agua potable contaminadas por heces, y cada más de 700 niños menores de cinco años mueren cada día por enfermedades diarreicas causadas por agua insalubre o por saneamiento o higiene deficientes.

Sistema de saneamiento sostenible

El saneamiento sostenible comienza con un retrete —instalado en un lugar seguro, accesible y digno— que recoge eficazmente los excrementos humanos, que pueden ser transportados por tuberías o almacenados en un tanque, cuyo contenido puede tratarse in situ o bien puede vaciar posteriormente un servicio de recogida. La siguiente etapa es el tratamiento y el uso o eliminación sin riesgos.

La reutilización segura de excrementos humanos tratados puede permitir la captura de emisiones de gases de efecto invernadero para fines de producción de energía, además de proporcionar a la agricultura una fuente fiable de agua y nutrientes.

Los sistemas de saneamiento sostenibles, además, deben ser capaces de soportar los efectos del cambio climático, como crecidas y sequías más frecuentes, cambios en la disponibilidad de agua y la subida del nivel del mar.