En abril de 2008, un joven acababa con la vida de su madre, le cortaba la cabeza y caminaba con ella por las calles de Santomera. «Ahora estás callada, te quiero mucho», le decía el chico, contaron luego los testigos. El joven, que tenía 34 años cuando cometió el crimen, ingresó al día siguiente en la prisión alicantina de Foncalent. En septiembre de 2009 se celebraba su juicio, que no fue tal: Fiscalía y defensa llegaban a un acuerdo para que el parricida ingresase en un centro de salud mental. Fue absuelto del delito de asesinato por la eximente completa de enajenación mental. 

Desde este lunes, la Audiencia Provincial de Murcia juzga a otro hombre, este de 44 años, que ha admitido que mató a golpes a su madre, con una báscula primero y a patadas después. El hombre, Juan José O. S., está diagnosticado de esquizofrenia, aunque él dice que no padece esta dolencia: resaltó que se le han administrado contra su voluntad tratamientos que no necesita y que le llenan «la mente de tonterías».

También en Murcia, en agosto de 2020, un chico cosía a puñaladas a su padre en el portal de su casa, pero este joven sufre un trastorno mental con sintomatología psicótica desde su infancia, por lo que no es responsable de sus actos, según se recoge en el informe emitido de los forenses.