Los exportadores temen que el paro del transporte en vísperas de Navidad colapse la distribución de los productos frescos en el mercado nacional y dé lugar a estanterías vacías en los supermercados, mientras que en el campo se queden hortalizas sin recoger. Juan Marín, presidente de Proexport, la asociación que agrupa a los productores de lechuga y tomate, entre otros productos, admite que «los transportistas han sufrido mucho» y se ven especialmente castigados «con la subida del gasóleo y el nuevo peaje», pero mostró su preocupación ante las consecuencias que puede tener el paro, dado que «los productos frescos son hipersensibles» a cualquier contratiempo logístico. 

A su juicio, «puede haber un quebranto» que impida abastecer a las cadenas de alimentación y que bloquearía a los vehículos del transporte internacional. «Vamos a intentar por todos los medios que se solucione. Puede ser un problema en unos días en que aumenta la cesta de la compra. Esperemos que no se vean estanterías vacías. Si la Navidad es fresca, el producto puede aguantar; pero si tenemos unos días con temperaturas altas, como ocurre algunos años en la Región, la cosecha se acelera y puede quedarse sin recoger. En el caso de las conservas se puede adelantar la distribución, pero los productos frescos se distribuyen todos los días», señaló. Marín mostró su confianza en que el problema se solucione para evitar que se produzca «la tormenta perfecta», en un momento de encarecimiento de «la energía, el gasoil, los plásticos y los fertilizantes».  

Por su parte, la asociación que agrupa a los supermercados de la Región, Asumur, también confía en que el conflicto se resuelva antes de la fecha prevista para el inicio del paro. No obstante, fuentes de la organización integrada por casi una decena de empresas de la Región y cadenas nacionales señalaron que, si fuese necesario, tratarían de aprovisionarse con antelación para no quedarse sin existencias en unas fechas en las que se produce un fuerte aumento del consumo. De momento, Asumur considera que «falta mucho tiempo» para que el paro convocado por el transporte llegue a materializarse, por lo que prefieren esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.