El patrimonio murciano es inmenso y cuenta con numerosos monumentos con siglos de antigüedad. Pero gran parte se encuentra en ruinas y sin ningún tipo de protección. La Casa del Tío Lobo en Portmán, la Torre de Navidad en Cartagena, el Palacio de los Vélez en Mula o la Capilla del Vía Crucis en la ciudad de Murcia son algunos de los monumentos murcianos que engrosan la Lista Roja de Patrimonio elaborada por la Asociación Hispania Nostra. Una asociación sin ánimo de lucro que tiene como misión la salvaguarda y defensa del patrimonio cultural y natural de España.

Esta Lista Roja recoge aquellos inmuebles del patrimonio cultural que se encuentran sometidos a riesgos que precipitarían su desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, con el objetivo de darlos a conocer y lograr su restauración. La Lista Roja se elabora a partir de las denuncias que los ciudadanos hacen llegar a Hispania Nostra y que analiza el comité científico de la asociación.

En España, la cifra ha alcanzado esta semana los 1.000 monumentos en riesgo de desaparición, con la inclusión de la Ermita de Cuadrilleros, en Ledesma (Salamanca). El ranking autonómico se encuentra encabezado por Castilla y León (356) seguido por Andalucía (166) y Castilla-La Mancha (165). En mitad de la tabla, aparece la Región de Murcia, con 44 elementos incluidos en dicha lista.

Han sido hasta 47 los monumentos murcianos presentes en esta lista, una cifra que se ha visto reducida, por la inclusión de tres de ellos en la Lista Verde. Se trata de la Casa Solariega de Pérez de los Cobos en Jumilla, el Arrabal de San Esteban en Murcia y el Monasterio de San Ginés de la Jara en Cartagena, monumentos que han sido retirados de la Lista Roja al desaparecer el riesgo que presentaban tras haber sido intervenidos.

A nivel municipal, Cartagena (22), Murcia (7) y Lorca (3) son los municipios con mayor número de elementos patrimoniales incluidos en esta lista. Entre ellos, se encuentran monumentos tan emblemáticos como el Castillejo de Monteagudo ubicado en la pedanía murciana del mismo nombre, la Casa de la familia Guevara en Lorca o el Huerto de San Blas, hogar del célebre Antonete Gálvez.

Especial mención merece el caso de la ciudad portuaria, ya que cuenta con una ingente cantidad de baluartes y edificaciones defensivas en riesgo de desaparición. Algunas de ellas, muy significativas para los cartageneros. Es el caso del Castillo de los Moros, un Bien de Interés Cultural en estado de ruina, sin intervención alguna ni mantenimiento, aunque su estado haya sido denunciado por colectivos en varias ocasiones.

La última batería en sumarse a la Lista Roja del Patrimonio ha sido la de San Leandro, la cual desempeñara un papel fundamental durante la Guerra Civil, y que ahora cuenta con un alto grado de abandono y riesgo de expolio. Una situación que dificulta la declaración de Cartagena como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Sin embargo, la presencia de patrimonio en riesgo de desaparición no se limita a estos tres municipios y alcanza en la actualidad a otras once localidades regionales (La Unión, San Javier, Blanca, Alcantarilla, Cehegín, Torre Pacheco, Fuente Álamo, Caravaca de la Cruz, Bullas, Mula y Alhama de Murcia).

En estos municipios se encuentran vestigios de todo tipo, como los restos del pasado minero ubicados en la ciudad de La Unión, más concretamente en el Cabezo Rajao. Los romanos explotaron la zona durante unos cinco siglos, hasta el siglo III d.C., época en la que comenzó la decadencia de la minería en la Sierra Minera. La Casa de las Boticarias (Cehegín), la edificación que estuvo destinada en un principio a las monjas de La Concepción, constituye uno de los mejores ejemplos de la arquitectura barroca murciana, o el Molino Salinero de Veneziola (La Manga), uno de los pocos molinos salineros que permanecen como testigo de la importancia económica que tuvo la industria y el comercio de la sal en la comarca.

En resumen, el patrimonio regional se encuentra ante un punto de no retorno. A juicio de Hispania Nostra, si no se implantan con urgencia políticas de conservación y restauración, las nuevas generaciones de murcianos se verán privadas de una ingente cantidad de elementos artísticos y culturales.

El Yacimiento de San Esteban en la lista verde

El yacimiento arqueológico de San Esteban (Murcia) estuvo en el punto de mira de Hispania Nostra por el riesgo de que se perdiese el 60% de sus elementos por el proyecto de un parking subterráneo, pero en 2011 recibió la catalogación como BIC y se procedió a la protección de los restos.