Fundación Ingenio | Adolfo García (presidente): «La protección del Mar Menor es el primer pilar de la Fundación, por eso luchamos y por eso existimos»

«El problema tiene solución, y reivindicamos que cada administración debe hacer la parte que le toca»

La Opinión

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06·11·21 | 00:00

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Adolfo García, presidente de Fundación Ingenio

¿Cuál es la labor que desempeña la Fundación Ingenio?

La misión de la Fundación Ingenio es poner en valor la agricultura que se desarrolla en el Campo de Cartagena. Trabajar para visibilizar ante la sociedad el valor del cultivo de alimentos a través de una agricultura familiar, sostenible e innovadora.

Una de las causas por las que han demostrado mayor compromiso es la protección medioambiental del Mar Menor.

Así es. La Fundación nació con un espíritu proactivo, y antes de su puesta en marcha, lo primero que hicimos fue estudiar las soluciones al problema, y que estas soluciones estuvieran abaladas por expertos de reconocido prestigio. Fue el primer pilar de la Fundación, por eso luchamos y por eso existimos. El problema tiene solución, y reivindicamos que cada administración debe hacer la parte que le toca. Lo más importante es ponerse de acuerdo para afrontar el problema.

¿Cuál es esa solución para la laguna?

Durante este año y medio, el proyecto angular de la Fundación Ingenio ha sido elaborar la que es la solución integral para el Mar Menor, que ofrecemos a toda la sociedad como prueba del firme compromiso medioambiental de nuestros agricultores en la recuperación del Mar Menor, y que ya hemos presentado a todos los grupos políticos. La hemos denominado Anillo Protector Ambiental (APA) para la recuperación y protección de este espacio natural único.

«La misión de Fundación Ingenio es trabajar para visibilizar ante la sociedad el valor del cultivo de alimentos a través de una agricultura familiar, sostenible e innovadora»

¿Qué contempla el APA?

El conjunto de soluciones recogidas en este APA, avaladas por científicos y técnicos, se estructura en base a tres ejes: contención de aguas superficiales, gestión de aguas subterráneas y medidas agrícolas en parcela que garantizan la agricultura sostenible a través de las nuevas tecnologías. Es la solución que posibilita y compatibiliza la preservación del buen estado ecológico del Mar Menor y el ejercicio de todas las actividades que se desarrollan en su cuenca, la agricultura es tan solo una de ellas.

¿Qué otros proyectos ha llevado a cabo recientemente la Fundación?

Un hito importante, aunque no se inició en Fundación Ingenio, si no por parte de varios miembros de esta junto con entidades asociativas y la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), fue la investigación de la desnitrificación de la salmuera, proyecto que se ha llevado a cabo con éxito y es importantísimo de cara a los vertidos al mar totalmente desnitrificados.

Han puesto en marcha el Código Ético Fundación Ingenio. Hábleme de él.

Así es. En lo que respecta al ámbito del compromiso de los agricultores con la sostenibilidad y la ética laboral y social, hemos puesto en marcha el Código Ético Fundación Ingenio, auditado por la certificadora internacional Bureau Veritas, y del cual ya se están llevando a cabo las auditorias. Este sello de calidad Ingenio es una exigencia que refuerza todas las normas de calidad que ya cumplen los agricultores de la zona desde hace décadas (Global GAP, Global GRASP, etc.…) y es la primera certificación cuyas exigencias están vinculadas directamente a la recuperación y protección del Mar Menor.

«La modernización es parte del ADN de los patronos de la Fundación. Sin innovación, la agricultura no será viable»

¿Cómo se adaptan los agricultores a las nuevas políticas verdes?

Los agricultores, históricamente nos hemos adaptado a lo que en cada momento se nos ha exigido, solo hace falta mirar años atrás el tipo de agricultura que había en la zona y la agricultura de hoy; riego por goteo, cabezales de riego, diversificación de cultivos, cultivo hidropónico, cultivo ecológico, biodinámico, invernaderos, etc. Somos un sector innovador por naturaleza.

La modernización es importante en su actividad...

Es parte del ADN de los patronos de la Fundación. Sin innovación, la agricultura no será viable. Tenemos retos muy importantes, como puede ser la sostenibilidad, imprescindible para el futuro agrícola.

Me habla de retos de futuro, ¿qué desafíos afronta la agricultura?

Representamos una de las agriculturas más avanzadas y competitivas del mundo; aun así, siempre hay margen para la mejora y tenemos que caminar juntos para lograr un cambio cultural en el ámbito de la agricultura para ser capaces de llegar a la sociedad, que conozca el valor de lo que hacemos, pero sobre todo que conozca cómo lo hacemos. El Campo de Cartagena tiene que seguir innovando e investigando para seguir siendo el modelo agrícola de referencia mundial que es en la actualidad, pero ir un punto más allá, lograr pasar de ser la ‘Huerta de Europa’ para consolidarse como la ‘Huerta más sostenible y saludable de Europa’, todo ello en línea con los ODS y el Pacto Verde Europeo.

«Representamos una de las agriculturas más avanzadas y competitivas del mundo; aun así, siempre hay margen para la mejora»

Otro de los retos de futuro es garantizar la disponibilidad de recursos hídricos para la agricultura. ¿Qué acciones lleva a cabo la Fundación Ingenio para garantizar a los agricultores las reservas de agua?

Lo de ser capaces de producir más con menos, que ahora se escucha mucho, se inventó en esta parte del sureste español. En cuanto a eficiencia en recursos hídricos se refiere, el Campo de Cartagena es líder mundial y un ejemplo copiado en todo el mundo, con un 98% de superficie cultivable con sistemas de riego y fertilización localizada. Regamos gota a gota, minimizando la percolación en los suelos y fijando en la zona radicular agua y fertilizantes que estrictamente la planta necesita.

Somos también ejemplo en reutilización de aguas depuradas, muchas de las cuales son utilizadas en la agricultura, que gracias a la dotación que nos llega de agua de calidad procedente del Trasvase Tajo-Segura, es mezclada para poder paliar una cuenca con déficit estructural como es la cuenca del Segura.

La agricultura del Campo de Cartagena es posible a día de hoy gracias al mix de recursos hídricos, formado por agua del Trasvase, agua desalada y agua depurada. Y desde la Fundación reivindicamos una regulación ordenada de otro recurso hídrico capital como es el agua subterránea que hay en el acuífero cuaternario, agua que aunque salobre, en su extracción a través de la puesta en marcha de los pozos actualmente parados reside precisamente la clave para la solución del Mar Menor, ya que al extraerla rebajaríamos el nivel freático, evitando que entre al Mar Menor cargada de nutrientes , fosfatos y otras sustancias; y, en paralelo, supondría un recurso hídrico valiosísimo en lo que podríamos denominar un proceso de economía circular del agua.

Para terminar, ¿alguna otra reclamación que hacen desde la Fundación Ingenio?

Poner en marcha las acciones necesarias para solucionar el problema, tanto desde el punto de vista político, como de infraestructuras y agua.