La Región de Murcia tiene históricamente una serie de cuestiones pendientes que son objeto de debate y que se siguen repitiendo por muchos años que pasen. Una de estas cuestiones es la escasez de recursos hídricos, derivada del déficit estructural que tiene la cuenca del Segura.

Esto provoca que en esta tierra, como en el sureste español, en general, donde las precipitaciones son escasas, sea imprescindible contar con aportaciones externas procedentes de las plantas desalinizadoras y, sobre todo, del Trasvase Tajo-Segura.

El agua es un bien común y en su reparto tienen que primar los principios de equilibrio territorial. En cambio, vemos que a esta Región se la castiga con recortes en el Trasvase, infraestructura clave en el crecimiento económico

No ha habido aún un Gobierno central que haya abordado con rigor y responsabilidad el problema del agua en España. El agua es un bien común y en su reparto tienen que primar los principios de equilibrio territorial y de solidaridad entre los territorios que componen este país, no otros intereses.

En cambio, vemos que a esta Región, y a otras del sureste, se la castiga con recortes en el Trasvase, infraestructura clave en el desarrollo y el crecimiento económico. El Trasvase permite que miles de empresarios y de trabajadores puedan vivir de la producción agrícola y ganadera y que nuestros productos estén en todos los mercados del viejo continente, con beneficios también para la economía nacional.

Nadie puede dar lecciones sobre el uso del agua a esta Región. Nos copian las buenas prácticas en otros países. Somos líderes en innovación, aprovechamiento y reutilización de aguas y en combatir el avance de la desertización.

Desde CROEM y las organizaciones empresariales del sector agroalimentario que integran la Mesa del Agua, en colaboración siempre con todos los demás miembros de la misma, trabajamos por buscar soluciones realistas y coherentes a los problemas reales que genera la falta de recursos hídricos. Porque que no haya agua no afecta sólo a los agricultores y a los exportadores, también tiene efectos directos en otros sectores de actividad, como el transporte, que tiene que llevar las mercancías a todos los puntos de España y de Europa y que mira con lógica preocupación que haya menos producción.

En pocas palabras, el Trasvase Tajo-Segura es intocable. La industria agroalimentaria necesita estabilidad y no estar sometida a incertidumbres y así lo vamos a reclamar siempre desde esta confederación.

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