El Grupo Parlamentario Vox se ha propuesto acabar con el lenguaje inclusivo y, para ello, ha registrado una moción en la Asamblea Regional para instar al Consejo de Gobierno a que adopte "cuantas medidas legislativas o reglamentarias, incluso de carácter sancionador o disciplinario llegado el caso, se estimen precisas para garantizar el conocimiento y correcto uso conforme a la norma gramatical vigente de la lengua española por parte de las administraciones públicas en el ámbito geográfico de la Región de Murcia". Y añaden, "con expresa prohibición del mal llamado 'lenguaje inclusivo', al que otros se refieren como 'lenguaje revolucionario' o 'lenguaje manipulativo'.

Según reza la moción presentada por el portavoz de los expulsados de Vox, Juan José Liarte, "el desconocimiento y el uso incorrecto del idioma y sus normas gramaticales, la vulneración, perversión y manipulación de la lengua por intereses políticos puede tal vez comprenderse en el discurso de quienes persiguen determinados objetivos"; sin embargo, considera que "las administraciones públicas, que tienen el deber de conocer y usar correctamente el idioma y ello especialmente cuando el no hacerlo constituye a su vez una vulneración del principio constitucional de neutralidad ideológica de las administraciones públicas, no pueden caer en tan inconstitucional y chabacano proceder".

Subrayan que el artículo 3 de la Constitución establece que todos los españoles tienen el deber de conocer la lengua española y el derecho a usarla. "La contrapartida del referido derecho de los ciudadanos es la obligación de las administraciones públicas, no sólo las educativas, de favorecer el conocimiento y el uso de tan preciado idioma", aseguran.

La consejera de Educación y Cultura, Mabel Campuzano, ha declarado que "el lenguaje inclusivo supone un obstáculo para el aprendizaje y la comprensión del idioma. Además, va en contra de la economía del lenguaje. El uso de nuestra lengua no supone discriminación alguna, como ya ha manifestado la Real Academia de la lengua española". La consejera ha añadido que ve "muy interesantes medidas como las adoptadas en Francia y en Alemania, que se han apartado de la corriente y han señalado las dificultades que presenta su uso en la educación".