La historia del proyecto ‘Adictlescentes’ nace del temor al escuchar ciertas conversaciones entre alumnos. En ellas reconocían abiertamente delante de la profesora Mercedes Escavy que apostaban, y que eso estaba tan normalizado en ellos que aun siendo menores conocían las estrategias necesarias, como dejar el dinero a un adulto para que apostara por ellos. «Empezamos a fijarnos más en que los bares o restaurantes de nuestros barrios se iban convirtiendo en salas de apuestas», señala esta docente del instituto José Planes de Espinardo, «estaba tan extendido y normalizado entre los jóvenes que nos pareció gravísimo». A esto se sumaba ver que estos negocios estaban a escasos metros de los centros educativos, a veces pared con pared. «Todo el material que recopilamos lo hemos llevado a charlas o presentaciones en mucho colegios e institutos para visibilizar el problema antes de que caigan en él». Escavy pone el ejemplo de grandes deportistas españoles y de otros países, ídolos para los adolescentes, que patrocinan a empresas de apuestas: «Ellos pensarán que si la persona que idolatran lo hace, pues no es tan malo. Las apuestas se han blanqueado mucho». 

Este proyecto también está englobado en el grupo de trabajo de distintas asociaciones y federaciones que tratan la ludopatía en la Región de Murcia. Escavy remarca que es necesario trabajar cuestiones como la inteligencia emocional o el espíritu crítico en un currículo escolar que impide hoy en día tratar estos temas en horario escolar, y tareas como las de este proyecto se tienen que realizar en horas extracurriculares. Escavy denuncia que hay una «dejadez en el control» en los locales, que dejan pasar a los menores sin pedir un carné de identidad, algo que niegan desde la Federación Murciana del Recreativo, ya que se enfrentan a graves sanciones si les permiten la entrada. 

Los alumnos que colaboran en el proyecto ‘Adictlescentes’ tratan de explicar a otros cómo la publicidad es un camino a la caída en la adicción, una invasión en las calles que les lleva a interiorizar que forman parte del paisaje urbano. La profesora pone el foco en la falta de alternativas de estos chavales sobre todo en localidades como las pedanías del municipio de Murcia, donde no hay tantos servicios que planteen un ocio atractivo a los jóvenes y sí cada vez más salones de apuestas. Entre los futuros planes del proyecto está precisamente el de elaborar un mapa de las alternativas de ocio en Murcia y sus pedanías: «Uno de los problemas que agrava esta falta de opciones está en el deficitario transporte público, que impide a los jóvenes moverse hacia zonas que sí les plantean alternativas».