Pedro Gil Espallardo es farmacéutico comunitario en Molina de Segura y fue uno de los promotores de la campaña #Yonomebenzo de 2018, aunque ya desde 2015 se establecieron las primeras reuniones. Esta estrategia, aplicada de momento solo en Molina de Segura, tenía como principal objetivo el fomento del uso racional de benzodiazepinas e hipnóticos en personas que los utilizan (sobre todo personas mayores y mujeres) para los problemas de la vida cotidiana, mediante el empoderamiento de los individuos y la optimización de la prescripción. El programa, explica Gil, se estructuró en dos fases: una primera de información y sensibilización social, en la que se realizaron talleres de habilidades para la vida, y una segunda fase de intervención sobre los profesionales y la población de Molina de Segura. La primera fase finalizó en su día, pero la segunda tuvo que suspenderse ante el estallido de la pandemia en 2020. Según informa el Colegio de Farmacéuticos, la campaña se reactivará en breve en Molina de Molina y se activará más adelante si se detecta un aumento anormal del consumo de estas sustancias en otro municipio.

¿Qué perfil tiene el consumidor de benzodiazepinas y para qué suelen prescribirse?

De lo datos que sacamos del estudio que realizamos en Molina se vio que el consumo se da, de manera mayoritaria, en personas mayores, sobre todo mujeres. Principalmente para problemas de conciliación de sueño, estrés, ansiedad… Todo este tipo de cosas.

Aumenta el consumo de psicofármacos en la Región, ¿por qué?

La situación provocada por la pandemia ha generado que se pierdan muchas cosas relativas al apoyo social, a la participación en actividades comunes con amigos y familiares y se ha reducido mucho la actividad física, elementos muy positivos para la gestión del estrés y la calidad del sueño.

¿En qué consistía la segunda fase de la campaña #Yonomebenzo y que se tuvo que suspender?

Tenía dos niveles, el primero vinculado a la medicación de hipnóticos y sedantes bien prescritos por el médico; desde la farmacia se promovió vigilar la coherencia en el uso de esos medicamentos y la divulgación de su consumo racional, también se le hacía saber la importancia de que, en cualquier decisión que tomara sobre el uso de ese medicamento, debía estar implicado el médico. E n realidad, esa labor de asesoramiento forma parte trabajo diario de los farmacéuticos.

También se establecían medidas higiénico-dietéticas vinculadas a la indicación por parte del farmacéutico cuando el paciente, por ejemplo, solicita algo relacionado con el insomnio y el estrés. Vimos importante que en esa recomendación se incluyesen aspectos como evitar las pantallas azules antes de dormir, restringir la actividad física por la noche en algunos casos o desconectarse de los dispositivos electrónicos. También estaban los activos en salud, la realización de actividades deportivas o culturales, las mismas que crean los ayuntamientos, por lo que son acciones asequibles desde el punto de vista económico.

Algunos pacientes llegan a la consulta con el único objetivo de que les receten un psicofármaco determinado.

Muchas veces se solicita una prescripción al médico de una forma inadecuada, queriendo imponer su voluntad al médico. Es verdad que hay problemas de la vida diaria que la benzodiazepina, en un momento dado, te puede ayudar a atravesar como en un proceso de duelo, una separación o una situación de estrés en el espacio laboral, pero en los talleres que organizamos pensamos que la estrategia tiene que ser global, crear habilidades, la solución no pasa solo por la prescripción/dispensación.