La fiesta de Todos los Santos en España es una de las citas más ineludibles de nuestro país. El respeto por aquellos que nos dejaron ha hecho que ésta sea una tradición que pase de padres a hijos, pero esta costumbre no es reciente. Según la historia, el origen de esta celebración se remonta al siglo IX, cuando el papa Gregorio IV decidió instaurar un día para honrar a todas aquellas almas que, tras pasar por el purgatorio, se beatifican ante la presencia de Dios.

Pero España no es el único país que venera a sus difuntos. De punta a punta del mapa encontramos tradiciones que se basan en rendirles culto. Quizá una de las más conocidas sea la de México con su famoso ‘Día de los Muertos’. Esta festividad, que se alarga también hasta el 2 de noviembre, rinde homenaje a Catrina, una descendiente de la diosa azteca Mictecacíhuatl.

Se cree que durante estos días, los muertos vuelven para visitar a sus familias. Por ello, los familiares acuden a los cementerios con flores y comida para agasajarlos. Durante esta jornada es muy típico ver desfiles de disfraces, además de comer caramelos con forma de calavera y el llamado ‘pan de muertos’.

En Irlanda, tiene lugar el ‘Samhain’. Esta fiesta de origen celta se celebra el día 31 de octubre y, aunque en la actualidad ya es menos común su culto, estuvo bastante extendida por Europa hasta la llegada del cristianismo.

Antiguamente, se hacían hogueras para ahuyentar a los malos espíritus y se ponían máscaras y trajes terroríficos para que éstos se asustaran. Hoy en día, su mayor exponente está en el condado de Meath, donde celebran el ‘Púca’. En esta festividad, los irlandeses recrean la leyenda del demonio con el mismo nombre, que se dice que aparecía esa noche frente a las casa de las almas que quería robar. Durante esta noche, es costumbre comer un pan con pasas llamado ‘Barmbrack’ que esconde dentro un anillo, como símbolo del amor.

En Asia también realizan fiestas similares a las ya mencionadas, aunque se llevan a cabo en otras épocas del año. En China, se celebra el festival ‘Qingming’ al término del segundo periodo solar, que suele ser entre el 3 y el 5 de abril. Durante este día, las familiar acuden al cementerio, donde limpian y arreglan las tumbas de sus difuntos además de llevarles ofrendas. Una de las curiosidades de su tradición es la de quemar incienso o papel de joss, que representa el dinero. Además, también suelen poner ramas de sauces en las puertas de sus casas para ahuyentar a los malos espíritus.

En Japón, por su parte, se realiza el festival ‘Obón’ el 13 de agosto, aunque los preparativos de esta fiesta comienzan días antes, cuando limpian las casas, las decoran y encienden lámparas y fuegos para guiar a los espíritus hasta sus familias.

Posteriormente, realizan ofrendas, entre las que destacan la del pepino y la berenjena, verduras que disponen las mesas simbolizando un caballo y una vaca, ya que se cree que son los animales con los que los difuntos viajan hasta sus casas.