La noche de Halloween, el 31 de octubre, es una de las fiestas más celebradas en el mundo anglosajón, y ya se ha convertido en una fecha destacada dentro de nuestro calendario, aunque no sea de forma oficial. Hace unos años, la Iglesias Católica de España le declaró la guerra a Halloween. Distintas diócesis españolas, entre ellas la de Cartagena, dirigieron cartas a sus feligreses animándoles a celebrar el 31 de octubre la fiesta de ‘Holywins’ con disfraces de santos, vírgenes y religiosos, frente a la cada vez más popular fiesta de Halloween. Esta audaz iniciativa no tuvo demasiado éxito, pero la tensión entre las tradiciones españolas y la anglosajona de origen celta sigue muy presente.

«A partir de la generación de los nacidos en los 70 se ha ido perdiendo la costumbre de visitar los camposantos y se está sustituyendo por otras tradiciones como Halloween (contracción de la expresión inglesa All hallow’s eve, que significa literalmente víspera de Todos los Santos), y todo va un poco en declive; nunca podemos ir a más», señalaba ayer José Martínez, el gerente de Flores Juan Simón, en la entrada del Cementerio Nuestro Padre Jesús de El Puntal, que sostiene que «evidentemente» eso afecta cada vez más a todos los sectores que operan alrededor de la festividad.

No ve tampoco una solución a corto plazo. «Hay una competencia brutal con la fiesta de EEUU, y detrás de ella hay muchos intereses económicos y comerciales y enormes campañas de comunicación y marketing y es difícil parar o mitigar sus efectos sobre nuestro sector», indicó Martínez. Este empresario quiso agradecer el trabajo que realizan los medios de comunicación regionales en la cobertura y difusión de la festividad de Todos los Santos. «Debemos agradecer el interés de la prensa, ese apoyo para que no se pierdan estas costumbres; si no fuera por ellos esto en un par de años desaparece».