Freno al nitrato para evitar la contaminación de las masas de agua, tanto superficiales como subterráneas. El Consejo Nacional del Agua dio luz verde ayer al proyecto del Ministerio para la Transición Ecológica que busca poner freno a la contaminación difusa por el uso de nitratos procedentes de la actividad agraria. Entre las cosas que el departamento de Teresa Ribera quiere limitar se encuentra la aplicación de fertilizantes al terreno, «de tal manera que ésta sea compatible con prácticas agrarias adecuadas y que tenga en cuenta las características de la zona vulnerable considerada».

El Ministerio va dando pasos así para que España se adapte a la Directiva de Nitratos de la Unión Europea, una norma comunitaria que se ha incumplido en el caso del Mar Menor y por el que la Comisión Europea ya ha abierto expediente a España. En la práctica, el Ministerio propone una reducción del exceso de nutrientes del 50%, lo que supondrá una rebaja del 20% en el uso de fertilizantes en el campo.

Se propone fijar en 170 kg/año de nitrógeno la cantidad de estiércol por hectárea, una cantidad que ya está fijada para la zona más próximo a la laguna, según la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor, pero que afectará al resto de terrenos agrícolas de la Región. Este tipo de contaminación, según ha destacado Teresa Ribera, «afecta en España a un 22% de las masas de agua superficial y al 23% de las masas de agua subterránea contaminadas por nitratos, que junto con los pesticidas son las dos principales fuentes de contaminación de origen difuso».

El acuífero cuaternario del Campo de Cartagena ha llegado a sumar niveles de nitratos más altos de los permitidos y esta masa de agua subterránea ya está considerada en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo o químico.

La nueva norma, que ha contado con 65 votos a favor, 22 en contra y 6 votos en blanco, integra los requisitos de la Directiva de Nitratos con los de la Directiva Marco del Agua, estableciendo umbrales más exigentes para la declaración de aguas afectadas y consecuentemente para la designación de zonas vulnerables.

Además, incrementa significativamente la frecuencia de muestreo y establece medidas adicionales y acciones reforzadas para revertir la contaminación existente. Así, por primera vez, habilita a los planes hidrológicos a establecer limitaciones a los excedentes de nitrógeno en el suelo.

Planificación hidrológica

Por otro lado, el Consejo Nacional del Agua ha informado favorablemente el proyecto de Real Decreto que modifica el Reglamento de la Planificación Hidrológica en relación a la preparación de los planes hidrológicos y los planes especiales de sequía. Una reforma que actualiza, según el departamento dirigido por Teresa Ribera, una norma que tiene más de 14 años y que «ha sido necesario adaptar las actuales política europeas y españolas en materia de agua» en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para antes de que acabe el presente año.

Las mejoras introducidas por el Real Decreto hacen referencia a cinco materias que deben ser atendidas en los planes hidrológicos del tercer ciclo, ahora en consulta pública. En concreto, se refieren a la consideración del cambio climático en la planificación hidrológica o la necesidad de establecer «criterios comunes» en la planificación hidrológica que «garanticen la unidad y coherencia normativa en todo el territorio, atendiendo al principio de seguridad jurídica previsto en la Constitución».

También se refiera a la actualización de los requisitos de publicación y notificación a la Unión Europea de los Planes Hidrológicos y a la organización y documentación de los programas de medidas a impulsar por las distintas administraciones competentes.