Si hay una instalación de la Universidad de Murcia que todavía no ha vuelto a la normalidad es el fiestódromo, el recinto que la UMU tiene en la zona más elevada del campus de Espinardo y que acoge las fiestas patronales de cada facultad. Este espacio, que fue reformado hace años para dotar de instalaciones de luz y agua a los promotores de las fiestas que allí se organizan, acoge con cada evento a lo largo del curso académico a miles de universitarios. Conocido también como el recinto de las ‘paellas universitarias’, en él solo se celebra el día grande de cada facultad dentro del periodo festivo de cada facultad para festejar al patrón o a la patrona de cada centro. 

La UMU prohíbe llevar a cabo fiestas como las novatadas de principio de curso, por lo que este recinto no puede ser empleado para tal fin y permanece cerrado a día de hoy. Por lo general, en los descampados que rodean al fiestódromo es donde los estudiantes suelen reunirse para dar la bienvenida a los nuevos alumnos con fiestas que duran todo el día y que ya han generado la queja de los vecinos de la zona. 

Por el momento, la universidad no tiene intención de reabrir el recinto y ni si quiera ha actualizado las tarifas para este curso donde se recogen los gastos en vigilancia, sanitarios, aseos, control de aforo, vallas, pulseras, autobuses o desvío del tráfico si fuera necesario al programarse una fiesta de más de 2.000 participantes. 

Fuentes de la UMU señalan que «por el momento» no se contempla utilizar el recinto, y es que debido a las restricciones por la pandemia y en el contexto de una fiesta que suele reunir a miles de jóvenes, resultaría complicado poder controlar las aglomeraciones. Desde la Universidad no cierran la puerta a reabrir el recinto en algún momento del curso si las restricciones lo permiten. El campus de La Merced, que también acoge fiestas como las de la Facultad de Derecho, tampoco podrá ser usado para este fin.

Desde marzo de 2019 este recinto no celebra fiestas patronales y si se revisa el calendario de festividades de cada facultad, las primeras en organizar son Medicina; las facultades de Biología, Informática, Matemáticas y Química; Educación; Turismo; Trabajo Social y Óptica y Optometría. 

Las delegaciones de alumnos pierden sus ingresos por las limitaciones a las fiestas

Una de las principales vías de ingresos para las delegaciones de alumnos de las facultades de la Universidad de Murcia eran las celebraciones de las fiestas patronales. Con las distintas fiestas que se organizaban en bares o discotecas, donde los alumnos vendían entradas de las que sacaban un porcentaje de dinero, o con la venta de tickets o pulseras para la fiesta oficial en el fiestódromo, las delegaciones obtenían un dinero que servía para poder promover otros eventos en las facultades que acarreaban gastos. La semana de fiestas de cada centro podía suponer el ingreso de miles de euros que se reinvertían o se guardaban para cualquier contingencia. 

Desde la Universidad de Murcia señalan que pese a que el recinto de fiestas del campus de Espinardo esté cerrado, los alumnos pueden organizar otros eventos enmarcados en las festividades del patrón de cada centro.  

Con la pandemia impidiendo organizar determinados actos, el Consejo de Estudiantes de la UMU plantea la necesidad de revisar el modelo de financiación para las delegaciones de cada facultad con el fin de tener un presupuesto sólido que les permita promover la celebración de distintos actos a lo largo del curso.