El sector energético avanza en su transformación, permitiendo nuevos modelos de generación y consumo y una mayor interacción con un cliente más conectado, demandante de nuevas soluciones. En este sentido, la competitividad del autoconsumo hace que se venga consolidando como una alternativa atractiva para viviendas unifamiliares, edificios residenciales, industrias y segmento agrario. Además de optimizar el consumo y mejorar la eficiencia energética de las instalaciones, se trata de soluciones que contribuyen a la lucha contra el cambio climático al generar y consumir energía renovable, libre de emisiones de CO2.
La adopción del autoconsumo se ha acelerado gracias a varios factores, entre ellos, una mayor conciencia medioambiental de los ciudadanos, el desarrollo de una tecnología competitiva, el despliegue de la digitalización, que permite soluciones inteligentes y un modelo de gestión ágil y eficiente y una normativa que ha simplificado el proceso de tramitación de las instalaciones y promueve modalidades como el autoconsumo compartido. A esto se le suma, los incentivos promovidos por las administraciones para impulsar el uso de energía renovable, tanto en hogares como en empresas.
Este contexto ha propiciado que soluciones como Smart Solar de Iberdrola puedan ofrecer una solución integral para la generación y consumo de energía fotovoltaica, que incluye un estudio y diseño personalizado, la tramitación administrativa, el montaje, la financiación, el mantenimiento y la monitorización. Además, como en todas las soluciones inteligentes de la compañía, el cliente puede comprobar en tiempo real la energía que produce y consume de forma digital, a través de la web o la App de Iberdrola, y gestionar su instalación de forma autónoma.
Los ahorros generados con esta instalación pueden alcanzar hasta un 70% de la factura anual, si la vivienda dispone de baterías, y hasta un 30 o 40% si no dispone de ellas. A lo que habría que añadir las ayudas municipales y/o autonómicas disponibles como bonificación de IBI, a través de IRPF, u otras ayudas específicas. En el caso de instalaciones para empresas, los ahorros estimados pueden representar entre un 30% y un 35%.
En el sector residencial, una de las soluciones más comunes de Smart Solar es la instalación de 3 kW: 10 paneles solares que ocupan una superficie de 20 m2 en el tejado de la vivienda. Su coste aproximado es de 6.000 euros -sin considerar ayudas-, y puede producir una cantidad anual de energía de 4.950 kWh, consiguiendo su amortización en unos 6 o 7 años. Las emisiones evitadas serían de unos 1.700 kg CO2/año.
Autoconsumo colectivo
Es una solución óptima para países como España con ciudades verticales, con el fin de aprovechar los tejados para tu propia comunidad o, en el caso de no disponer de él o no ser apropiado, utilizar el tejado de un tercero para compartir el autoconsumo.
Estas instalaciones permiten -como el resto de las instalaciones de autoconsumo- reducir costes como, por ejemplo, los cargos sobre la energía autoconsumida, que se han eliminado, y acogerse a la compensación, es decir, volcar a la red la energía que no se consume de forma instantánea para que pueda ser usada por otras personas. De esta manera, al final del periodo de facturación (como máximo un mes), el valor de esa energía excedentaria se compensa en la factura del consumidor.
Iberdrola ha puesto en marcha y desarrolla numerosos proyectos fotovoltaicos de autoconsumo colectivo en comunidades de propietarios en España. La compañía desarrolla proyectos fotovoltaicos de muy diversa naturaleza para comunidades de propietarios, viviendas unifamiliares, empresas e industria, bodegas, hoteles, instalaciones agrarias, etc.
Bodegas más sostenibles gracias a la energía del sol
El autoconsumo es una solución eficiente que está permitiendo a muchos negocios avanzar en eficiencia energética, mejorando su competitividad y reforzando su compromiso con el entorno.
En el sector vitivinícola, pionero en el desarrollo de modelos empresariales respetuosos con los ecosistemas, muchas bodegas están incorporando soluciones tecnológicas que mejoran su competitividad a la vez elevan la calidad de su producción y preservan el medioambiente.
Iberdrola ha colaborado en España con varias bodegas, como la vallisoletana de Abadía de Retuerta y la alavesa de Marqués de Riscal en la instalación de paneles fotovoltaicos cuya generación les está permitiendo obtener ahorros de un 30% sobre su consumo de energía total.
