Andrés Guerrero Martínez: "Murcia debe ser una ciudad sostenible sí o sí"

En primer lugar, considero que es necesario distinguir dos supuestos distintos. De un lado, efectivamente, podemos ver la existencia de algunos edificios o construcciones en pie, sin finalizar y totalmente vacíos, muchos de ellos surgidos a raíz de la crisis económica iniciada en el año 2008. En dicho supuesto, sus propietarios (constructoras, empresas y particulares) se vieron inmersos en una situación económica que provocó, en su momento, que fuera inviable la finalización de las obras emprendidas.

¿Cuál sería solución?

En este caso, normalmente la solución pasa de forma mayoritaria por la actividad privada, por la realización de inversiones, realizadas quizás por nuevos propietarios que permitan la viabilidad del proyecto inicial, ello sin perjuicio de las actuaciones que pueda desarrollar la administración a fin de poder adecuar los instrumentos urbanísticos a las necesidades realmente existentes o a la adopción de las medidas que se consideren oportunas a fin de permitir consolidar adecuadamente el tejido urbano.

También vemos otras que no han respetado el entorno; construcciones en ramblas o, al hilo de la actualidad, al pie de un volcán...

Resulta evidente que la actividad a desarrollar por las administraciones, en general, y los ayuntamientos, en especial, se debe establecer como esencial. Hay que llevar a cabo controles que permitan prevenir este tipo de situaciones, además de adoptar aquellas medidas en el ámbito de la urbanización que se consideren necesarias a los efectos de reducir los peligros que se pueden producir por la situación en entornos que implican, en mayor o menor medida, auténticas situaciones de riesgo.

Usted también se ocupa de los asuntos de Transición Ecológica. ¿Es Murcia una ciudad sostenible?

Quizás, en este ámbito, nuestra ciudad aún tiene un largo camino que recorrer para alcanzar los plenos objetivos de sostenibilidad. Con la colaboración de todos estoy convencido que lo conseguiremos. Murcia debe ser una ciudad sostenible sí o sí, y más teniendo en cuenta que actualmente viene siendo exigido tanto por la legislación europea como por la estatal. Véase, a modo de ejemplo, la recientemente aprobada Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que obliga a los ayuntamientos a llevar a cabo medidas que aseguren la sostenibilidad con un horizonte fijado en los años 2030 y 2050. Aunque no existiese esa exigencia normativa, sinceramente creo que está en nuestras manos el llevar a cabo políticas sostenibles que redunden en el bienestar y la salud de nuestros vecinos y vecinas.

¿Cómo puede avanzarse a nivel urbanístico en una ciudad sin perder de vista el equilibrio sostenible?

Evidentemente el urbanismo es determinante a los efectos de lograr una ciudad sostenible, y más de lo que se puede pensar. Se deben adoptar, necesariamente, políticas y fomentar nuevas técnicas en el ámbito de la construcción que redunden directamente en la sostenibilidad. Dichas técnicas existen y, con su adopción, se mejorará considerablemente nuestra calidad de vida.

¿Cuáles serían esas técnicas?

Por ejemplo, se debe cada vez más fomentar la realización de instalaciones fotovoltaicas dirigidas al autoconsumo, tanto de viviendas particulares, como de comunidades de vecinos e, incluso, en edificios públicos. Esto nos va a permitir unos consumos energéticos más eficientes, con un considerable ahorro económico.

Aparte de estas actuaciones en materia fotovoltaica, también son interesantes las exigencias que actualmente se empiezan a realizar en cuanto a las calidades en la construcción para lograr un adecuado aislamiento de las viviendas, instalando o cambiando ventanas, puertas, etc. Está comprobado que la mejora del aislamiento de una vivienda incide en más de un 70% en la reducción del consumo eléctrico destinado a mantener dicha vivienda en una temperatura idónea.

Y todo esto sin olvidar que existen otras técnicas que inciden más en la urbanización, como son por ejemplo los nuevos sistemas de infiltración que permiten disminuir considerablemente el riesgo de avenidas, o el establecimiento de redes separativas de pluviales y sanitarias, que inciden igualmente en la prevención de dichos riesgos, etc.

¿Qué acciones lleva a cabo el Ayuntamiento de Murcia en pro de la sostenibilidad?

Desde el Ayuntamiento ya estamos desarrollando políticas activas, como es la instalación de placas solares en edificios públicos, la realización de mapas solares para ser puestos a disposición de los vecinos y empresas, que permitan delimitar aquellas zonas del municipio que son más óptimas para la instalación de placas solares, o el otorgamiento de subvenciones, como la que acaba de salir esta misma semana.

Hábleme de estas ayudas para fomentar el uso de la energía solar.

El objetivo de estas subvenciones es ayudar a la instalación de placas solares de autoconsumo, con o sin vertido a la red, y también ayudar a los pequeños comercios a adaptar sus luminarias y aparatos eléctricos a otros más eficientes.

"Hay que proveer viviendas que sean asequibles y que permitan a nuestros hijos y nietos acceder a ellas"

¿Cómo valora la situación del mercado inmobiliario en Murcia?

Considero que, con carácter general, la situación del mercado inmobiliario en Murcia tiende a recuperarse. Es cierto que partimos de datos muy malos a raíz de lo acontecido durante la crisis inmobiliaria que azotó todo el mundo, pero últimamente se está apreciando un repunte tanto en la ejecución y venta de vivienda nueva como también en el ámbito de la rehabilitación. Lo importante es lograr que se produzca una recuperación constante y que se mantenga durante el tiempo.

¿Qué zonas de la ciudad son las más propicias para construir en estos momentos?

Es complicado determinar qué zonas son más propicias. No obstante, sí se está viendo una reactivación de la construcción que se observa claramente por el número de licencias solicitadas. De hecho, actualmente se aprecian zonas que se están reactivando, tanto en la zona norte como sur. Pero no debemos olvidar que hay hechos o circunstancias que están ocurriendo hoy en día, como el soterramiento de la vía del tren, que van a incidir en un futuro más o menos inmediato sobre el tejido urbano de la ciudad y que implicarán un cambio de la tipología de las viviendas allí existentes. No podemos perder de vista tampoco la necesidad de políticas urbanísticas que permitan propiciar la adaptación del tejido urbano de las pedanías.

¿Cuáles son las oportunidades y retos que tiene actualmente el sector?

Las oportunidades son numerosas, al igual que los retos. No obstante, incidiría en dos temas fundamentales. En primer lugar, la pandemia de la covid-19 nos ha puesto ante la evidencia de que debemos emprender cambios para modificar la morfología de nuestras viviendas. El tiempo que pasamos encerrados nos ha permitido darnos cuenta de la necesidad que tenemos todos tanto de tener sitios en nuestras viviendas para la intimidad y el trabajo, como sitios abiertos con amplia luz que nos permitan conectar con nuestra familia. Y, sin duda, otro de los grandes retos con los que se encuentra actualmente el sector es la necesidad de no olvidar a nuestros jóvenes. Hay que proveer viviendas que sean asequibles y que permitan a nuestros hijos y nietos acceder a las mismas como algo esencial para su evolución personal. Se debe facilitar el acceso a la vivienda, no debemos caer en antiguos errores y permitir que la adquisición de una vivienda suponga sacrificios imposibles de asumir.