El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, garantizó esta semana que habrá caudal suficiente para satisfacer todas las demandas de agua para el año hidrológico 2021-2022, que abarca del pasado 1 de octubre al 30 de septiembre de 2022, «gracias al consumo responsable de los usuarios, especialmente los regantes». Y todo pese a que el Trasvase Tajo-Segura está pendiente de los recortes mensuales que pueda tener tras el cambio de las reglas de explotación e, incluso, cuando se resuelva la modificación al alza de los caudales ecológicos del Tajo. Agua que deberá ser suplida por caudal desalado, de pozos y... de la lluvia.

Así lo aseguró durante el balance del año hidrológico 2020-2021, en que la aportación total alcanzó los 385 hectómetros cúbicos, 31 hm3 menos que en el año hidrológico anterior, lo que le sitúa como la trigésimo octava anualidad con mayor entrada de agua a los embalses de los 91 años disponibles de la serie.

El desembalse real acumulado en el año hidrológico ha sido de 368 hm3, 23 hm3 más que en el año anterior, por lo que las previsiones se han cumplido con unas ligeras variaciones al alza del 6%, aunque el desembalse previsto por la Comisión de Desembalses fue de 347 hm3, por lo que hubo una desviación de 20,63 hm3. Las existencias en los embalses al finalizar el año hidrológico alcanzan los 197 hm3, lo que supone 17 hm3 más que el año hidrológico pasado.

El periodo entre el 1 de octubre de 2020 y el 30 de septiembre de 2021 fue el cuarto más lluvioso de los últimos diez años, con una precipitación media de 353 l/m2, aunque representa una caída de 34 l/m2 respecto al año hidrológico anterior.

En cuanto al Trasvase Tajo Segura, los volúmenes autorizados en el pasado año hidrológico fueron de 314 hm3, habiéndose consumido 294,57 hm3 de los cuales 197,41 hm3 se corresponden al regadío, lo que se corresponde con la media del agua de trasvase consumida desde sus inicios.

Mientras, los volúmenes producidos por la desalación fueron de 155,7 hm3 en las plantas existentes, excluidas las de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla en Alicante y San Pedro del Pinatar.

En cuanto a la planificación de la gestión de los riesgos de inundación, Mario Urrea destacó que, una vez finalizado el periodo de consulta pública, se han presentado numerosas alegaciones, lo que denota la «alta sensibilidad» existente en la población tras la DANA de 2019.

Respecto al borrador del plan hidrológico de cuenca, contempla una inversión de 2.667 millones de euros, de los que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) aportará 1.412 millones, que se atenderán con los fondos ordinarios de los Presupuestos Generales del Estado (587 millones) y con el fondo de recuperación de la UE (825 millones).

El presidente destacó, en este sentido, que ninguno de los planes hidrológicos del Segura redactados con anterioridad habían contado con unas cifras tan elevadas de inversión, que cuentan con el respaldo presupuestario del Miteco.

Uno de los objetivos del Ministerio para tranquilizar a los regantes es conseguir que el agua de la desaladora de Torrevieja se pueda producir con menos costes, por lo que la apuesta es incorporar energía fotovoltaica, pero hacen falta infraestructuras.