Las consecuencias del desastre ecológico en el Mar Menor ya trascienden de lo medioambiental a lo laboral. Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras han cifrado en un 37% los puestos de trabajo directos en el entorno de la laguna que se encuentran en riesgo de desaparecer como consecuencia de la crisis ambiental, y por tanto socioeconómica, del Mar Menor.

Estas repercusiones laborales del estado de la laguna afectarían a un total de 55.000 empleos de varios sectores económicos que se desarrollan en los municipios de Cartagena, San Pedro del Pinatar, Los Alcázares y San Javier. De forma directo, 37.000 puestos de trabajo estarían en peligro mientras que 13.000 serían indirectos, de trabajadores de otros municipios cuya actividad también se da en las localidades ribereñas y que podrían correr la misma suerte.

Si tuviéramos en cuenta estos empleos que se mantienen amenazados en estos territorios, los sindicatos hablan de que se vería afectado el 6% del empleo regional.

Estos datos, recogidos en un estudio que está preparando el sindicato UGT, muestra que sectores como la agricultura, la pesca, hostelería, turismo y otros donde hay una importante presencia de autónomos son los que se verían más afectados por el colapso ambiental. Antonio Jiménez, secretario general de UGT, remarca que el estado del Mar Menor ya ha afectado al tejido laboral de los municipios costeros, donde las reservas hoteleras se han resentido, el deporte náutico ha salido perjudicado de la temporada de verano o las contrataciones dentro la hostelería en el tramo final de la temporada no han sido positivas.

La crisis ha afectado hasta tal punto que desde UGT remarcan que la incidencia de este desastre en el mercado laboral no se había visto antes en el litoral de la laguna, ni siquiera tras la anoxia de 2019 o el episodio de eutrofización de 2016, donde el agua se convirtió en la famosa ‘sopa verde’.

«La recuperación del Mar Menor tiene que estar ligada a un giro drástico de las políticas que se desarrollen y a reconsiderar la situación actual de todos los sectores económicos», señala Jímenez, para encaminarlos hacia la «sostenibilidad». El sindicalista subraya que ya no es tiempo de luchar por las competencias y que la recuperación del tejido laboral se debe dirigir hacia implementar «empleos verdes» en los municipios ribereños.