La Unidad de Cirugía Oncoginecológica del hospital HLA La Vega en Murcia, pionera y referente en la sanidad privada de la Región, acaba de cumplir siete años. Esta unidad está liderada por el ginecólogo Armando Guerrero Labrador, que cuenta con más de 35 años de experiencia en el tratamiento oncológico genital de la mujer, y está coordinada por el doctor Manuel Reyes, ginecólogo de HLA La Vega.

La unidad da servicio a mujeres de la Región de Murcia y las provincias de Alicante, Almería y Albacete. «Las dos mayores ventajas con las que cuentan las pacientes de esta unidad son la rapidez en la toma de decisiones, así como su ejecución y la personalización del tratamiento», indican los especialistas.

Según la Asociación Española Contra el Cáncer, en 2020, cerca de 14.000 mujeres fueron diagnosticadas de algún cáncer ginecológico. En este servicio se tratan tumores como el de cérvix, de endometrio o de ovario. Sobre este último, el doctor Guerrero afirma que sigue siendo una gran preocupación, ya que más de dos tercios de ellos se manifiestan en estadios muy avanzados. «Al principio es un tumor muy silencioso, no da grandes síntomas y, si los da, se pueden confundir con procesos digestivos. Este tumor suele darse en la menopausia, pero cada vez lo estamos viendo en personas más jóvenes».

La Unidad de Cirugía Oncoginecológica da servicio a pacientes de la Región de Murcia, Alicante, Almería y Albacete

El cáncer de endometrio es el más frecuente en los genitales femeninos y el quinto a nivel general en la mujer. Su cirugía no es tan invasiva y se suele detectar en estadios muy precoces, con lo cual los resultados suelen ser muy buenos. Guerrero achaca la frecuencia de este tumor a que puede tener un origen tanto hormonal como por otros factores: «Los trastornos hormonales en la menopausia pueden provocar el origen del cáncer de endometrio, pero hay otros tipos de tumores de endometrio que no son hormonales. Algunos tienen un componente hereditario. Además, hay algunos síndromes en ginecología que pueden provocar cánceres en otros lugares de la anatomía de la paciente, como puede ser el endometrio», explica el doctor. Un signo de alarma de un tumor en esta zona es el sangrado postmenopáusico o anómalo.

La detección precoz es vital

La detección precoz de los tumores ginecológicos multiplica la tasa de curación, la prueba diagnóstica más importante es la ecografía doppler. Posteriormente, si cabe duda, se pueden solicitar análisis de los marcadores tumorales, realizar TACs, resonancias magnéticas nucleares, etc. «A veces podemos conseguir el diagnóstico del tumor a través de estas pruebas antes de la cirugía, pero no siempre es así. Hay tumores de ovario que parecen quistes y que al operarlos te das cuenta de que tienen áreas de carcinoma. Este es el cáncer ginecológico más difícil de diagnosticar, ya que en las primeras etapas tiene una sintomatología muy inespecífica», explica el doctor Reyes. Para el diagnóstico y detección del cáncer de endometrio o de cuello uterino sería suficiente con una biopsia.