Una voz unánime en contra del cierre de la línea de Cercanías Murcia-Lorca-Águilas a partir del 1 de octubre con motivo de las obras del Corredor Mediterráneo. Ésa fue el principal ruego que ayer lanzó el consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Díez de Revenga, durante el pleno monográfico en la Asamblea Regional sobre la situación del transporte ferroviario en la Región de Murcia.

En su primera intervención, Díez de Revenga solicitó que todos los grupos parlamentarios acudan a la manifestación convocada para el próximo sábado en Murcia por la Plataforma en Defensa del Ferrocarril.

El consejero hizo un discurso en el que, según sus propias palabras, trató de «apartar todos los elementos que pudiesen generar confrontación, alusiones al pasado o desagravio entre formaciones políticas» para buscar el consenso. Además, hizo un repaso de todas las obras pendientes del ferrocarril en la Región.

Díez de Revenga calificó de «golpe mortal a los maltrechos servicios ferroviarios» la decisión de cortar a partir del 1 de octubre los cercanías entre Murcia y Águilas durante tres años y medio, así cómo cortar parcialmente la conexión con Madrid a través de la línea de Chinchilla. Esa decisión, advirtió, provocará una «pérdida de cohesión social y vertebración territorial» y que 3.000 vehículos diarios pasen a viajar por la autovía A-7, lo que supondrá «más atascos, más accidentes, más emisiones y menos calidad de vida». Sobre los argumentos esgrimidos por el Ministerio de Transportes para justificar el corte de las líneas, el consejero respondió que no se sostiene que se deba hacer la obra más rápido para financiarla con los fondos europeos «porque estos solo pueden sustentar obras adjudicadas antes de febrero de 2020 y la mayoría son anteriores». La alternativa del Gobierno regional es apostar por cortes puntuales en las zonas donde se esté trabajando en cada momento.

En la rueda de prensa posterior a su intervención, el consejerro criticó que el Gobierno central no responda a las peticiones del Ejecutivo autonómico para reunirse para tratar la situación. «Nos da la sensación de que si no hay una voz unánime no nos tomarán en serio», señaló.

El PSOE no quiere el cierre

«No estamos de acuerdo con el cierre total de los cercanías», aseguró el diputado del PSOE Pedro López, quien anunció que van a exigir al Gobierno «que se siente a hablar» con el Gobierno de Fernando López Miras. «Tienen que recibirlos; si hay que hacer una intermediación tendremos que hacerla», expresó. Sin embargo, matizó que están a favor de buscar «soluciones técnicas», pero no de «politizar el asunto y jugar a que el Gobierno de España está castigando a la Región» ni tampoco de renunciar al dinero europeo que financiará parte de las obras de mejora del ferrocarril.

Preguntado por la presencia de los socialistas en la protesta del sábado, el diputado no quiso aclarar si asistirán.

Por su parte, el diputado de Podemos Rafael Esteban, criticó que el consejero «haya omitido toda alusión al pasado, al subdesarrollo ferroviario provocado por la gestión del PP». «Estamos en contra de que se cierre el Cercanías más allá de los tramos que sean necesarios porque no se puede hacer obras en contra de la gente», explicó Esteban.

Desde los grupos que sostienen al Gobierno regional, el diputado del PP Víctor Martínez-Carrasco acusó al Gobierno de «discriminar» a la Región y situarla «a la cola» con un cierre «en contra de los ciudadanos».

En la misma línea, el portavoz del Grupo Parlamentario de Cs, expulsado de este partido, Francisco Álvarez, afirmó que se va a convertir a la comunidad en una «isla ferroviaria» y recordó que «en el proyecto inicial se mantenía una vía paralela», por lo que sostuvo que la decisión del cierre es «un nuevo castigo» del Gobierno central.

Por último, el portavoz del Grupo Parlamentario Vox, también expulsado de esta formación, Juan José Liarte, puso en valor «el magnífico talante conciliador y la buena voluntad» del consejero y se comprometió a colaborar.

Defensa del Ferrocarril pide a los políticos que "no se tiren los trenes a la cabeza"

Miembros de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril se manifestaron ayer a las puertas de la Asamblea Regional coincidiendo con la sesión plenaria. Uno de los portavoces de este colectivo, Antonio del Campo, pidió a los grupos parlamentarios «que no caigan en la tentación de tirarse los trenes a la cabeza para ver quién es el responsable» porque «la situación es fruto de 40 años en los que no se han hecho inversiones y eso es producto tanto de un gobierno como de otro», por lo que ha demandó «unidad». El próximo sábado está prevista una nueva manifestación en Murcia.