En este quinta ola de la pandemia que toca a su fin las residencias de mayores de la Región de Murcia han tenido menos casos y menos fallecimientos absolutos, pero la letalidad y morbilidad ha sido igual a las registradas en las segunda y tercera olas, con un 18,8 por ciento.

Así lo indica el coordinador de Corecas (Coordinación Regional de la Estrategia para la Atención a la Cronicidad Avanzada), Abel Novoa, quien afirma que la tercera dosis para usuarios de residencias aprobada ayer por la Comisión de Salud Pública «es necesaria porque hay que aumentar los anticuerpos de este grupo de población, ya que casi la cuarta parte de los fallecidos por covid en esta quinta ola estaban en residencias, con 24 muertes».

Novoa reconoce que pese a que este grupo estaba vacunado, «el virus ha vuelto a entrar en las residencias», empujado principalmente por la nueva variante Delta, mucho más contagiosa, registrandose más casos de los esperados en estos centros de mayores.

Por ello este especialista apuesta por la vacunación, pero insistiendo en que «no hay que olvidar otras medidas» porque «la vacunación por sí sola no es la solución total».

Abel Novoa recuerda que los usuarios de las residencias son personas muy frágiles y, en su mayoría, enfermos crónicos, por lo que no tienen la misma respuesta inmunitaria ante la vacuna que la población más joven con la que se ha llevado a cabo los ensayos clínicos.

El coordinador Corecas critica que casi un año y medio después de que se iniciara la pandemia no se haya mejorado la coordinación sociosanitaria y que no se haya incrementado la presencia de profesionales de la salud en las residencias de la Región, algo «fundamental».

Además, recuerda que este virus no se puede comparar a la gripe, ya que un brote de gripe en una residencia tiene una letalidad del 6,5 por ciento, mientras que la covid llega al 18,8, tres veces más.