El alcalde de Lorca, Diego José Mateos, reconoció ayer su preocupación por la posibilidad de que se produzcan fiestas ilegales durante la feria de septiembre, que comenzará el viernes y se prolongará durante diez días, y por los efectos que eso puede tener en la incidencia de coronavirus.

 A preguntas sobre la apertura de los locales de ocio nocturno, Mateos dijo que el ayuntamiento está «con lo que decidan los expertos» del comité técnico contra la Covid y puso el acento en su «preocupación por todo lo que está fuera del ocio reglado».

El regidor ha afirmado que no le inquieta lo posibilidad de contagios en los conciertos, en los bares o en los chiringuitos de la feria, «sino todo lo que está fuera de ese ocio, como los botellones y las quedadas que son el peor peligro».