La nueva coordinadora autonómica de Ciudadanos, María José Ros, es considerada por sus compañeros de partido como una «militante de base muy querida dentro de la afiliación». 

Arquitecta de formación, fue la compromisaria más votada en el último Congreso nacional del partido naranja y lleva siete años dentro de Cs. «Ha estado desde el principio echando un mano para levantar las carpas o en las mesas a pie de calle», recuerdan en su entorno. 

Su dedicación no fue recompensada en la elaboración de las listas para las anteriores elecciones autonómicas ni para las municipales (labor de la que se encargaron Francisco Álvarez y Valle Miguélez, expulsados tras la moción de censura). No obstante, con Ana Martínez Vidal como líder de Cs, el año pasado fue nombrada secretaria de Organización, cuando se puso al frente de la Dirección General de Comercio a las órdenes también de Vidal, exconsejera de Empresa, Industria y Portavocía. 

Ahora, Ros, natural de Cartagena, asume el reto de dirigir un partido «más transversal, integrador y municipalista», para lo que aspira a trabajar de manera estrecha con los ediles en los diferentes ayuntamientos de la Región, especialmente con los de Murcia, Cartagena y Lorca. «Tenemos que contar con todos los recursos de los que disponemos», explican fuentes naranjas.

En esta nueva etapa, Ciudadanos se compromete a retirar el foco de los tránsfugas y controlar al Partido Popular, su exsocio de Gobierno, ya que consideran que sin ellos en San Esteban la Región ha perdido la «garantía medioambiental» que se necesita para recuperar el Mar Menor. Asimismo, la educación también será un pilar básico de sus políticas y seguirán muy de cerca los movimientos en la Consejería de Política Social. «Este Ejecutivo ahora mira más a la ultraderecha que a nosotros», lamentan.