Deshacerse de una tonelada de colchones, que sumarían entre veinte y cuarenta ejemplares, cuesta unos 200 euros en el vertedero de Cañada Hermosa en Murcia. Un dinero que se embolsan algunas empresas o particulares, ya que, en vez de llevarlos a la planta de tratamiento, los reparten por los contenedores de los municipios a pesar de que es una práctica penada con multa.

La presencia cada vez más frecuente de colchones en contenedores de poblaciones de la Región hace sospechar de ‘prácticas mafiosas’ como las que se vienen denunciando en otras comunidades autónomas y que suponen un problema para la limpieza viaria de los municipios. «Se destapó en Alicante y Madrid y se ve que está llegando a Murcia», informan fuentes conocedoras del caso.

Ocurre, por ejemplo, en Archena, donde se vienen recogiendo de calles y contenedores en estos dos últimos años una media de 150 colchones al mes. En total, unos 2.000 colchones al año. Una cantidad bastante elevada teniendo en cuenta que Archena tiene poco más de 19.000 habitantes.

Según estas cifras, uno de cada diez habitantes habría tirado estos dos últimos años un colchón de forma irregular. Una cifra que ha hecho pensar que no son los ciudadanos los que tiran los colchones indebidamente a los contenedores, sino que son empresas con oscuros intereses económicos.

En principio, son los vendedores de mobiliario los que gestionan la retirada de estos residuos, que, al ser restos de negocios y catalogados como industriales, están obligados a llevarlos a los vertederos como el de Cañada Hermosa en Murcia. Pero no todos lo hacen y, después de cobrar al cliente el coste de trasladar el colchón al vertedero, abandonan esos enseres en contenedores de calles e incluso en solares vacíos. Y es que deshacerse de un colchón y ‘valorizarlo’ en el vertedero de Murcia cuesta entre diez y quince euros por pieza, ya que hay que separar los componentes del colchón, como el acero de los muelles, las telas y lo inservible, para reciclarlo.

Esta situación no solo genera un problema medioambiental, sino también un sobreesfuerzo y coste adicional para ayuntamientos como el de Archena. Allí, la empresa de recogida de basura ha informado en más de una ocasión del alto número de colchones abandonados en los contenedores del pueblo. Y es la propia entidad municipal la que debe asumir su retirada.

Por eso informan de que cualquier ciudadano puede deshacerse de su colchón a través del comerciante de estos productos o sacándolo a la basura el día que el consistorio efectúe la recogida de voluminosos.