La escalada de las tarifas eléctricas está provocando un encarecimiento de costes en las empresas de la Región que ha encendido las alarmas en la industria y en los sectores con mayor consumo de energía. Los industriales del sector del metal y de la conserva calculan que la factura de la luz ha subido entre el 30% y el 40% y muestran su preocupación por el impacto que el aumento de los costes de producción tendrá sobre la inflación cuando se trasladen a los precios. La Fremm alerta de que la presión inflacionista «compromete las exportaciones» de los productos murcianos, que serían menos competitivos. «Nuestros productos van a ser más caros», advierte el secretario general de la Federación de Empresario del Metal, Andrés Sánchez.

La imparable subida de la energía eléctrica, con máximos históricos desbocados día tras día, elevó ayer los precios por encima de los 132 euros el megavatio hora (MWh), el triple que hace un año, según informó EFE. Hoy está previsto que se alcancen los 147 euros el megavatio hora.

En el mes de agosto el precio medio alcanzó los 106 euros, coincidiendo con una gran ola de calor, aunque la llegada del mes de septiembre no ha aplacado el encarecimiento del megavatio.

El pasado mes de julio ya fue el más caro de la historia, con un precio medio de 92,4 euros.

Mientras, el precio del gas natural, que también está siendo utilizado por las empresas murcianas, se sitúa en torno a los 47 euros por MWh, según datos de Mibgas. Su cotización se ha multiplicado por cinco desde agosto del pasado año, cuando se situaba en 9,4 euros por MWh.

El secretario general de la Fremm recuerda que las industrias dedicadas a la fabricación de maquinaria y de productos de metalmecánica, que requieren un mayor consumo de energía, «trabajan las 24 horas al día, aunque sea verano», por lo que están sufriendo de forma más acusada el repunte de la tarifa eléctrica, frente a otro tipo de empresas que reducen su actividad durante las vacaciones estivales.

A su juicio, si la carestía de la energía «se prolonga en el tiempo» puede «comprometer las exportaciones, porque seremos más caros y nuestros productos serán menos competitivos».

Según sus estimaciones, la factura de la luz se ha encarecido entre un 30y 40% en la industria del sector, por lo que considera necesaria una solución que permita «renegociar» las tarifas. «Cada empresa, de acuerdo con su situación, tendrá que ponerse en contacto con su compañía» para adaptar sus condiciones a la fórmula que «le dé mayor seguridad jurídica», propone.

Por su parte, el presidente de la Agrupación de Empresas Alimentarias de la Región (Agrupal), José García Gómez, apuntó que la industria conservera sufre los efectos de la subida de la energía eléctrica y del gas natural, que también es muy importante en el sector, aunque precisó que en el sector alimentario lo determinante es «el precio de las materias primas».

García Gómez calcula que la factura eléctrica de las empresas agroalimentarias se ha encarecido un 30% con la subida de la luz y destacó que el récord histórico del precio se ha producido en plena campaña de verano, cuando el consumo de energía es mayor.

Para el presidente de Agrupal, el peligro es que el encarecimiento de la energía aumente la presión sobre los precios y «rompa el equilibrio de la inflación», al incrementarse los costes y el transporte.

También los pequeños comercios y los supermercados han visto incrementarse su factura eléctrica en un momento de mayor consumo, dado que deben mantener las cámaras frigoríficas en funcionamiento las 24 horas del día, aunque la afluencia de clientes y la facturación se reduzca durante los meses estivales. Antonio Matas, dueño de la carnicería Marga, en la avenida de La Fama de Murcia, declaraba hace unos días a La Opinión que había tenido que anular sus vacaciones para pagar 3.000 euros por los recibos de junio y julio, «el doble que el año pasado».