El presidente de la Croem, José María Albarracín, reclama la intervención del Gobierno central para que ponga límites a las tarifas eléctricas y «establezca unos topes que las compañías no puedan superar». Albarracín también muestra su preocupación por el impacto que la factura energética tendrá sobre el encarecimiento de los precios de los productos de la Región, si no se pone coto a la escalada. «Nos harán menos competitivos frente a los países competidores», advirtió.

El máximo representante de la confederación empresarial dejaba claro que la reivindicación de «un marco regulador», que también han planteado las patronales nacionales CEOE y Cepyme, «no quiere decir que intervenga el Estado, sino que se establezca una regulación» capaz de frenar la subida de la energía que se viene produciendo desde principios de verano.

Albarracín también pide al Gobierno que «actúe sobre los impuestos del recibo eléctrico» y rebaje el IVA al 4%. Recuerda que el encarecimiento «afecta a todo el mundo» y que el impacto de la subida supone «pagar prácticamente el doble que hace un año».

Ante esta situación, tanto el presidente de la Croem como los representantes de la patronal del metal y de la industria alimentaria coinciden en la necesidad de buscar fuentes alternativas que eviten a las empresas la dependencia de la energía producida en las plantas de ciclo combinado alimentadas con gas. Albarracín recordó que Francia puede amortiguar las fluctuaciones del mercado con la energía nuclear de la que sigue disponiendo.

 Por su parte, el secretario general de la Fremm, Arsenio Sánchez, planteó la necesidad de que las empresas traten de «buscar la mayor eficiencia energética» y se planteen la opción del autoconsumo para evitar que se disparen los costes de producción. «Hay que buscar soluciones en el autoconsumo», defendió, al tiempo que apuntaba la existencia de ayudas a las que pueden acogerse las empresas para financiar sus propias instalaciones.

También el presidente de Agrupal, José García Gómez, apuesta por la implantación de energías alternativas en la industria alimentaria para acabar con la dependencia del suministro externo.