Estimada ministra Ribera: Nos volvemos a dirigir a usted para pedirle que, por favor, considere escuchar a una parte sustancial de la sociedad civil del Campo de Cartagena, que vive en los municipios ribereños del Mar Menor, y que percibe que, a pesar de las circunstancias, sigue sin ser atendida ni escuchada. En un ejercicio legítimo de democracia y ecuanimidad, escuche nuestras propuestas, como buenos conocedores del entorno en el cual vivimos y trabajamos.

Ante la nueva crisis en la que se ve sumido el Mar Menor, la Fundación Ingenio, entidad que agrupa a más de 10.000 agricultores y 45 cooperativas del Campo de Cartagena, no puede permanecer impasible ante la magnitud de este grave problema. Después de escuchar sus declaraciones descartando el Plan de Vertido Cero en su reciente visita a la región, creemos importante ofrecerle nuestro análisis sobre la situación así como la presentación de una solución integral a la misma, un Anillo Protector Ambiental (APA), que podría aportar relevantes alternativas. En virtud de la urgencia de la situación, decidimos utilizar esta tribuna para hacerle llegar nuestra voz, que le rogamos escuche cuanto antes.

El drama ambiental en el Mar Menor no es, por desgracia, algo nuevo, pero sí resulta cada vez más grave. Aunque algunos activistas radicales prefieren estigmatizar, sin pruebas científicas que lo avalen, a la agricultura de la zona, viendo su mensaje amplificado por algunos medios de comunicación, desde la Fundación Ingenio queremos denunciar que existen decenas de causas identificables de lo que está ocurriendo en la laguna, de la que solo una de ellas señala la afección del regadío al Mar Menor, y en una porción mucho menor de la que algunos insisten en plantear.

Desde la Fundación, con la participación de un comité de expertos, hemos diseñado el Anillo Protector Ambiental, que aúna propuestas previas e incorpora actuaciones nuevas con el objetivo de recuperar definitivamente el Mar Menor.

La esencia del APA se asienta en tres pilares: buenas prácticas agrícolas (con la optimización constante de las mismas, tomando como ejes rectores la sostenibilidad y el uso eficiente de los recursos, así como la innovación y la digitalización), reducción de la descarga subterránea (conviene recordar que, si hay que ir al origen del problema, es urgente extraer la alta carga de nutrientes de las aguas subterráneas, es decir el Acuífero Cuaternario, resultado del cúmulo de prácticas agrícolas inadecuadas que se arrastra desde hace décadas). A esto se le suma la ganadería y los vertidos de aguas urbanas, y que no son el resultado de las prácticas de precisión practicadas en la actualidad por los agricultores, algo que falsamente señalan fuentes poco informadas o malintencionadas. Sin olvidar la reducción de la descarga superficial (en esencia, las corrientes de agua que se generan tras las DANA o gotas frías, que arrastran hacia la laguna los sedimentos, así como del alcantarillado municipal y los tanques de tormentas, que necesitan urgentemente de infraestructuras).

Por todo ello, los nutrientes continuarán entrando al Mar Menor por las aguas subterráneas, así como los vertidos urbanos por la mala situación de las depuradoras, falta de redimensionamiento del alcantarillado y los emisarios que descargan a la laguna. Como ya señaló hace un tiempo el científico titular del Instituto Geológico y Minero de España IGME-CSIC, José Luis García Aróstegui: «Aunque se eliminase hoy mismo toda la agricultura del Campo de Cartagena, el agua del acuífero con alta concentración de nutrientes y demás sustancias lesivas continuaría entrando al Mar Menor durante décadas». Por tanto, si quiere solucionar de forma efectiva y al corto plazo dicha entrada de nutrientes, debe usted ir al origen y ejecutar inmediatamente las infraestructuras necesarias para extraer el agua del acuífero.

La agricultura adoptará todas las medidas agronómicas necesarias para minimizar su impacto, los agricultores ya estamos aplicando las medidas exigidas en la Ley 3/2020, de recuperación y protección del Mar Menor, pero nunca conoceremos la efectividad de las mismas si no se ataja con urgencia el origen del problema. Por ello, señora ministra, pese a que ha expresado su rechazo al Plan de Vertido Cero, debe saber que si no activa inmediatamente las infraestructuras aprobadas y previstas en el mismo para extraer y gestionar adecuadamente la entrada de agua subterránea, la laguna morirá.

Por todo lo anteriormente expuesto, nos gustaría que se dejara a un lado el estéril debate para demonizar al sector, basado en acusaciones carentes de evidencias y varias veces desmentidas ya por expertos, y poner toda la atención en la puesta en marcha de propuestas y medidas efectivas. Por todo ello, señora ministra, insistimos una vez más para que acceda a sentarse con la Fundación Ingenio y así exponerle con detalle el Plan Integral para el Mar Menor.