Avanzar hacia una España más verde, más digital, más cohesionada y más igualitaria es el cuádruple objetivo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) español. El primer eje busca consolidar la transición ecológica a través de inversiones en materia medioambiental que suponen el 40% del total de los 69.500 millones de euros que el país espera recibir entre 2021 y 2023 del Fondo de Recuperación Europeo, también conocido como Next Generation EU.

Con el objetivo de transitar hacia un modelo de producción y consumo más sostenible, el PRTR dibuja una hoja de ruta para los próximos años que pasa por impulsar la descarbonización de la economía, la eficiencia energética, la integración de las energías renovables, la electrificación de la movilidad, la preservación de la biodiversidad y los recursos hídricos y la consolidación de la economía circular. En concreto, la partida destinada a la Nueva Política Industrial Española 2030 cuenta con 3.782 millones de euros, de los cuales 850 millones de euros se destinan a la implementación de la Estrategia Española de Economía Circular, plasmada en la normativa de residuos y del fomento del reciclaje y la reutilización.

Esta Estrategia marca los hitos para la próxima década. Contempla para 2030 una reducción de residuos de un 15% con respecto a los niveles de 2010; la reutilización del 10% de los residuos municipales; la bajada de la emisión de gases de efecto invernadero del sector residuos por debajo de los 10 millones de toneladas de CO2 equivalente y la mejora del 10% de la eficiencia en el uso del agua, entre otros.

Las energías renovabless

El PRTR destinará 3.165 millones de euros al despliegue y la integración de energías renovables. Además, otras partidas incluidas en el PRTR, como la inversión en infraestructuras eléctricas y el despliegue de la flexibilidad y el almacenamiento de electricidad, también facilitarán el crecimiento de las fuentes renovables.

Una pieza muy importante para ello será la adaptación de las infraestructuras. Los edificios suponen el 39% de las emisiones globales de efecto invernadero. La transición hacia los smart buildings con proyectos como el Energy as a Service son un ejemplo de cómo la transformación digital y la transición ecológica van de la mano.