La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el presidente murciano, Fernando López Miras, han escenificado hoy el fin de los desencuentros competenciales entre ambas administraciones para poner solución a la crisis ambiental del Mar Menor y se han emplazado a un diálogo fluido en una comisión en la que se comuniquen los problemas que surjan al aplicar medidas.

Tras reunirse en la sede del Gobierno autonómico, han reconocido que en el orden de prioridades hay discrepancias, pero mucho más acuerdo en la visión de conjunto que avance hacia el fin del vertido de aguas con nutrientes que han favorecido el episodio de anoxia que ha acabado con la vida de 5 toneladas de peces en 10 días.

Según Ribera, que propone reuniones cada seis meses, "el diálogo técnico en agricultura, medioambiente y agua tiene que ser muy fluido entre las distintas administraciones competentes y cuando los técnicos detecten un problema, han de comunicarlo, porque hay una voluntad de resolverlo".

"La convicción de la emergencia que teníamos delante nos ha hecho reforzar muchas cosas, a veces con la frustración de encontrarnos con algo que no nos permitía seguir avanzando, y hoy hemos dado un paso muy importante para velar por que se apliquen las normas", ha añadido.

Pero se requiere una visión de conjunto estratégica que precisa de plazos de maduración más grandes para acertar plenamente en las medidas y las inversiones, por lo que ese análisis ya no afecta solo a los técnicos, ha matizado.

Ribera y Miras, durante la rueda de prensa. EFE

Hay discrepancias, pero más acuerdo

Según han expresado ambos, hay discrepancias en el orden de prioridades pero mucho más acuerdo en esa visión de conjunto. Según Ribera, "la frustración se resuelve hoy con un mayor grado de satisfacción, con independencia de que seamos conscientes de que probablemente tengamos puntos de vista distintos".

Entre ellos, qué hacer con el acuífero subterráneo cargado de agua dulce con nitratos, cuyo nivel freático quiere rebajar extrayéndola el Gobierno murciano, pero el central se fía de los geólogos que advierten "de lo delicado que resulta intervenir en él", según Ribera, que prefiere analizar el asunto "con cuidado".

También con el dragado de la gola de Marchamalo para permitir el intercambio de agua con el Mediterráneo, por el que apuesta el Gobierno murciano por recomendación de los miembros de su comité de asesoramiento científico, pero al ser muchos otros los investigadores que denostan esta solución para acabar con la falta de oxígeno provocada por la eutrofización de las aguas, se está pendiente de un estudio que despeje las dudas sobre su eficacia.

Ribera se ha felicitado por la prohibición autonómica del uso de fertilizantes nitrogenados inorgánicos en la zona de influencia directa en la laguna y la reducción a la mitad de todos los plazos administrativos en la tramitación de expedientes sancionadores en su ámbito.

La ministra ha descartado por desfasado el plan de eliminación de vertidos, que solo prevé actuaciones en circuito cerrado y no introduce variables de corrección en origen, aunque algunas de sus medidas se pueden retomar redimensionándolas.

Entre ellas, Miras se ha referido al colector norte para evitar vertidos, cuyo proyecto ya está en tramitación, y a la desnitrificadora, para las que ha propuesto al departamento de Ribera un convenio para que se haga cargo de ellos con fondos propios del Gobierno murciano.

Preguntada por la posibilidad de ayudas a los sectores económicos que hayan podido verse afectados por el colapso medioambiental de estos días, Ribera ha señalado que en el pesquero por ahora no ha afectado a especies comerciales, y hay pendientes reuniones para conocer las posibles afecciones con agricultores, comunidades de regantes y patronales turísticas.