La inauguración de la variante de Camarillas en marzo de 2019, después de casi treinta años de aplazamientos, parecía que iba a poner fin a la eterna marginación del ferrocarril en una región que ha quedado fuera de todos los planes de modernización o los ha visto pasar de largo. La entrada en servicio del nuevo trazado entre Cieza y Hellín permitió incorporar el tren híbrido y reducir el viaje a Madrid a algo menos de tres horas y media. 

Mientras tanto, el AVE parecía estar a la vuelta de la esquina y la terminación del túnel del soterramiento a la entrada de la estación del Carmen permitió por primera vez a Murcia dejar de ser la Cenicienta del ferrocarril. 

Pero la euforia ha durado poco, en cuestión de semanas el hechizo se ha roto y el flamante tren Alvia, capaz de alcanzar las velocidades del AVE en algunos tramos, se ha convertido en calabaza y será sustituido por el autobús

El Alvia es el único tren directo que conecta Cartagena y Madrid sin transbordos desde febrero, pero dejará de circular al igual que el Intercity con transbordo en Albacete. La única alternativa será el AVE que sale de Orihuela.

Adif pretende cerrar la línea de Chinchilla y las Cercanías de Lorca mientras dure el soterramiento del AVE en la barriada murciana de Barriomar y en Lorca, a pesar de que las obras del tramo lorquino tardarán años en iniciarse, porque aún debe redactarse el proyecto y resolverse los problemas que plantea un trazado muy complejo. Hasta ahora todas las obras ejecutadas en la Región se han hecho con cierres temporales, pero Adif no ve motivos para mantener ese esfuerzo.

Hace 30 años la Comunidad salvó la línea de Chinchilla poniendo dinero para mantener los Talgo a Madrid. El Gobierno regional firmó un acuerdo con Renfe comprometiéndose a financiar el déficit del servicio, pero en poco tiempo no solo se cubrieron las plazas, sino que se puso otro tren porque la demanda se disparó.

La nueva amenaza ha resucitado a la antigua Plataforma del Ferrocarril, que entonces estaba formada por la patronal, las Cámaras de Comercio, los sindicatos y los partidos de la oposición. Hasta el expresidente del Gobierno regional Ramón Luis Valcárcel, como máximo representante del PP en la Región, llegó a ser miembro antes de llegar al Ejecutivo.

La Plataforma volvió a reactivarse en 2003, después del accidente de Chinchilla en el que murieron 19 personas al chocar un Talgo de Madrid y un tren mercancías.

La obra de Camarillas, que ha sido la única inversión ferroviaria  importante en la línea de Chinchilla, quedará en desuso y empezará a deteriorarse, tal y como advertía el portavoz de la actual Plataforma, Juan Antonio Conesa, quien mostró su preocupación por los daños que pueden producirse en el túnel. El cierre tendrá peores consecuencias en el resto del trazado, que es más antiguo y no resistirá el abandono. Este mismo año Adif ha realizado obras de refuerzo en varios tramos , lo que provocó cortes en la vía durante la primavera.