La panadería murciana La Colegiala sigue una premisa sobre la que gira todo lo que hacen en su fábrica desde su nacimiento hace ya más de 39 años: ofrecer los mejores productos, elaborados con materias primas de excelente calidad, de manera casera y tradicional.

Por ello, cuando decidieron lanzarse a la elaboración de los helados, quisieron hacerlo de la mano de los mejores. De modo que trabajaron con el italiano Angelo Corvitto, galardonado como mejor heladero del mundo en 2006, para elaborar y producir su gama de helados, utilizando ingredientes de calidad y cuidando su composición para ofrecer un producto sano, natural y saludable. Asimismo, cumple el requisito principal para ser considerado artesano, y es que la base del helado se elabore en la propia industria donde se va a hacer el helado.

Sus helados, al ser naturales, no contienen aromas artificiales ni colorantes, por ello, su color es suave, el propio que proporciona la fruta, así como su aroma. Ofrecen al consumidor una etiqueta simple, gracias al uso de ingredientes naturales y frescos, haciéndolo así apto para personas de todas las edades, que no presentan alergias o intolerancias previas.

Además, La empresa proveedora de la harina de algarroba (una de las materias primas que contienen los helados y que recientemente ha originado una alerta sanitaria) que en La Colegiala se utiliza, certifica, mediante un análisis realizado por los laboratorios Eurofin y Neotron, que dicha materia prima cumple con la legislación vigente y que no posee contaminación alguna de óxido de etileno.