«Todavía me duele la cabeza. He pagado 3.000 euros en dos meses, de julio y junio, y falta agosto. He pagado justamente el doble que el año pasado. Que me iba a ir unos días de vacaciones y lo he anulado». Así se expresa Antonio Matas, dueño de la carnicería Marga, en la avenida de La Fama de Murcia, preguntado por si ha notado la subida del recibo de la luz. A su juicio, «es un disparate». «Es una ruina. Si seguimos así, tenemos que cerrar la persiana e irnos, o subir los precios un 20 o 25%», lamenta Matas, al tiempo que resalta que «no puedo contratar a nadie, porque, con estos pagos… esto es empobrecer a todo el mundo». «Es una ruina total y absoluta», grita al respecto una empleada de la carnicería.

Con la luz disparada, «los pizzeros tendremos que quitar los hornos eléctricos y pasarnos a hornos con gas y leña, volver a la antigua usanza», augura Manuel Quijano, dueño del restaurante Quijano, ubicado en la urbanización Altorreal de Molina de Segura. En su caso, «hace años que no trabajo con las distribuidoras principales, trabajo con una empresa con la que no pago ningún disparate», pese a lo cual «miedo me da septiembre, cuando empiece a funcionar a pleno rendimiento: ahora mismo trabajamos nada más que por la noche».

En la Carnicería Marga, en la capital murciana, temen tener que "cerrar la persiana o subir los precios" si esto sigue así. Juan Carlos Caval

«¿Y qué haces? ¿Cobras al cliente dos o tres euros más por cada pizza? Es un auténtico disparate», remarca Quijano. 

María Jesús Larios, gerente de una peluquería en la Alameda de San Antón de Cartagena, tendrá que subir los precios «por lo menos un 10%» al comprobar que la factura de la luz prácticamente se ha duplicado este mes. «Hemos pasado de pagar 100 euros a 190», indica la peluquera. Desde secar y planchar el pelo, hasta realizar un tratamiento láser, «necesitamos la luz para todo». Larios espera «que nuestros clientes entiendan la situación y sigan viniendo al local» para salir de esta.

Por su parte, Pepe Galindo, propietario de una frutería en el centro de Cartagena, asegura que «los proveedores me han subido el precio de los productos, cada barra de pan me cuesta ahora 15 céntimos más y cada kilo de limones o naranjas fuera de temporada unos 30 céntimos más por kilo”.

Mª Jesús Larios, en su peluquería de la ciudad portuaria. Iván Urquízar

Para notar el cambio «lo menos posible», Galindo ha dejado de hacer grandes compras y así evita conectar la cámara frigorífica de la frutería. «Compramos día a día para que los productos no se estropeen». También se ha visto obligado a subir los precios para poder afrontar los gastos.

Y sigue subiendo. El precio diario de la electricidad en el mercado mayorista marcará hoy, viernes, su quinto récord consecutivo. Según los datos de OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía, que gestiona los mercados de España y Portugal), alcanzará los 117,29 euros el megavatio-hora (MWh), la cota más alta jamás registrada.