Cientos de fosas de la Guerra Civil permanecen «olvidadas» en la Región de Murcia, calcula Joaquín Ruiz, miembro de la Asociación Alumbra Alumbre y coordinador general del proyecto que hay en marcha para catalogarlas.

Se trata de una iniciativa en la que trabajan cerca de una veintena de investigadores y otros tantos colaboradores, que indagan en «registros de archivos, cementerios, el Archivo General de la Región y el Archivo Naval» para, «a partir de la documentación», dar con las fosas. «Todas son fosas judiciales, así que están registradas», celebra al respecto Ruiz.

Arqueólogos e investigadores trabajando en el camposanto de Espinardo, junto a la fosa de los Brigadas Internacionales y soldados del ejército popular. R.D.C.

El experto rememora que «de algunas se hicieron cargo los mismos familiares, otras fueron exhumadas y hay algunas que se mantienen porque las familias se hacen cargo de ellas».

Oficialmente, en el mapa de fosas de la Región de Murcia actualmente sólo constan seis fosas, que fueron trasladadas a Cuelgamuros un año antes de empezar la década de los 60, aún en plena dictadura de Franco.

"El objetivo no es la exhumación, sino la catalogación, la constatación de la existencia", explica Ruiz

«Del resto no hay ninguna identificación como tal, pero se sabe que hay muchas, centenares: no son solamente fosas colectivas, también las hay individuales, con más de mil víctimas», detalla el responsable de un proyecto en el que «estamos en ese primer proceso de identificarlas». 

Las fosas «aparecen en una veintena de municipios. En Murcia o Cartagena, en cementerios de muchas pedanías», comenta, al tiempo que deja claro que el suyo «es un proyecto de catalogación, ubicación y conocimiento», que no incluye la apertura de fosas. Además, «la gran mayoría ya han sido exhumadas y trasladadas», ya ni siquiera existen como tal, pero «esto existió, estuvo aquí y se trasladó», precisa el experto.

Ruiz augura que en la comunidad murciana «posiblemente haya algunas fosas que estén sin tocar», aunque reitera que «el objeto del proyecto no es la exhumación, sino la catalogación, la constatación de la existencia. Cómo, quién, dónde y cuándo».

Recuerda que «en el cementerio de Nuestro Padre Jesús, en Espinardo, fusilaban en el muro de fuera y los enterradores se dedicaban a recoger los cuerpos: se abrían zanjas colectivas y se iban rellenando». «Otras son nichos en tierra», manifiesta.

Investigadores y colaboradores de esta iniciativa llevan ahora a cabo «visitas sobre todo a archivos, registros civiles, todo ese tipo de lugares donde está la documentación, porque la información oral es inexistente». 

El Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática dio 14.000 euros de subvención para una iniciativa que «en teoría se tendría que acabar y presentar los resultados en enero de 2022, pero nuestra intención es que en noviembre de este año 2021 se presente en formato web». Y es que «el proyecto acabará, pero la catalogación no acaba», remarca Ruiz: hacerlo en formato digital permitirá actualizarlo siempre que sea necesario. La Federación de Asociaciones de Memoria Histórica de la Región de Murcia presentó en Mazarrón recientemente el proyecto, en el marco de unas jornada sobre memoria histórica.