El presidente de No Te Prives, Jesús Costa, y la presidenta de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes (ATIM), Sabah Yacoubi, coinciden en que las personas que son atacadas por su religión, origen, raza o identidad sexual tienen algo en común: el miedo. 

«Claro que hay miedo, y más cuando están aumentando las agresiones», denuncia el presidente de No Te Prives, que apunta que «se estima que solo se denuncia el 10% de lo que pasa». A su juicio, «falta formación en los propios Cuerpos de Seguridad» a la hora de asistir a las víctimas que acuden a una comisaría a denunciar.

Costa remarca que «se empieza por el desprecio, se sigue por el insulto y se acaba con una agresión». Apostilla que este tipo de actitudes violentas «están aumentando entre personas jóvenes», por lo que la solución, tiene claro, está en «la educación». A la hora de luchar por los avances en materia LGTBIQ+, Costa resalta que «la Región no hace los deberes por el chantaje ideológico al que Vox somete a este Gobierno regional».

La presidenta de ATIM, por su parte, destaca que «según el último informe elaborado por el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE), organismo autónomo adscrito a la Secretaría de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género, el 81,2% de personas que han sufrido discriminación racista o xenófoba no ha presentado una denuncia, reclamación o queja». 

Desde su punto de vista, «un importante porcentaje de afectados no denuncian por falta de recursos, por miedo a perder su trabajo y porque nadie les creerá sin testigos».

Sabah Yacoubi precisa que «es verdad que en tiempos de crisis los golpeados por ella buscan responsables de su situación entre los que son víctimas también y no entre quienes la provocan».

A este respecto, la activista asevera que «Murcia tiene complejo de nuevo rico y de no ser el pueblo retrasado y pobre que fue siempre». 

«En las familias se transmite a los hijos una especie de superioridad que los niños asimilan: muchas familias llevan a sus hijos a colegios sin presión de niños inmigrantes, ‘para una mejor educación’, que se traduce en una educación mala, con mucha fobia al diferente», especifica la presidenta de ATIM en Murcia, que recuerda que su asociación «manifiestó en muchas ocasiones su preocupación ante la falta de prioridad para la adopción de medidas políticas y de otro tipo para prevenir y combatir el racismo y la xenofobia, especialmente contra la población migrante». 

A su juicio, «las autoridades públicas deben condenar públicamente cualquier ataque racista y dejar claro que no se tolerará ningún ataque basado en la discriminación». 

«Solicitamos a las autoridades que pongan en marcha medidas de carácter legal, político, social, educativo o de sensibilización para luchar contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia, la islamofobia y la intolerancia, incluida una legislación general contra la discriminación en todos los ámbitos: el lugar de trabajo y residencia, en su acceso a la sanidad, a la educación o a la vivienda», subraya Yacoubi.