«El estancamiento experimentado durante la última década por la Región de Murcia es notable; se trata de la única provincia de las estudiadas que ha reducido el número de plazas durante el último lustro. Este territorio apenas ha participado en el proceso de desarrollo turístico experimentado a nivel nacional, aspecto que incita a recapacitar sobre las causas que la han llevado a tal estancamiento».

Los investigadores de la UMU remarcan la necesidad de acometer no solo una reforma de los alojamientos turísticos, que dependen de inversiones privadas, sino de mejorar la propia imagen de los municipios y localidades para mejorar la atracción. El investigador de la UMU Daniel Moreno remarca que el turista que viene, por cómo se le plantea la oferta, al final esta no termina de engancharle y cuesta que «repita una segunda vez en la Región».

Por otro lado, está el inconveniente de que toda la oferta se enfoca a dos meses al año (julio y agosto), y que a las empresas de alojamientos turísticos les cuesta lograr un desestacionalización. De ahí «la necesidad de no vender tanto el concepto ‘sol y playa’» e implementar experiencias fuera del verano que puedan incluso ayudar a potenciar el turismo de interior. «Necesitamos un turismo más continuo, porque existe a día de hoy un fuerte contraste entre julio y agosto y el resto del año».

Por ejemplo, «la escasez de equipamientos constituye el principal síntoma del estancamiento turístico en Mazarrón y Águilas, municipios que registran 185 y 110 establecimientos con capacidad de hospedaje, respectivamente», hacen hincapié los investigadores en el estudio.