El serial del proceso de contratación de una monitora de natación, la primera teniente de alcalde de Cehegín, Alicia del Amor, no parece que llegue a su fin. LA OPINIÓN ha tenido acceso al informe que fuentes municipales consideran que demuestra que la exregidora pudo haber falsificado documentos públicos con el objetivo de engordar su puntuación para ganar el concurso de méritos para la contratación de un socorrista acuático en el Consistorio.

Hace un año y medio que Del Amor anunció una querella contra un trabajador de la Corporación por alterar, presuntamente, su expediente laboral y buscar un escarnio político. Entonces, la exalcaldesa acusaba al individuo, con el que mantuvo una relación personal en el pasado, de haber falsificado un diploma de la UMU sobre la participación en un curso sobre ‘Aprendizaje a través del juego’, cuyo número de registro le pertenece precisamente a él.

En el informe se encuentran también varias fotocopias de las nóminas como monitora de natación en el Ayuntamiento de Caravaca referentes a los meses de junio, julio, agosto y septiembre de 2001. Las mismas fuentes señalan que solo en la de septiembre aparece como categoría profesional ‘monitor deportivo’. En las de los meses anteriores la categoría es distinta y aparece recogida como ‘monitor de natación’. Además, las nóminas de los tres primeros meses no incluyen el sello de Cajamar como que se ha pagado por cuenta bancaria. Asimismo, estas tres nóminas fueron compulsadas por el Ayuntamiento de Cehegín, mientras que en la de septiembre aparece el sello de Caravaca.

Del Amor, con quien se puso en contacto esta Redacción, guarda las mismas retribuciones que presentó en 2004. Aunque varíe la categoría y en una falte el sello del banco, asegura que no están falsificadas y que trabajó durante esos cuatro meses, como aparece en su vida laboral.

Las presuntas falsificaciones tendrían el objetivo de engordar los méritos de la exregidora para conseguir el contrato en 2004, que, sin embargo, consiguió otra aspirante. Un año después, el Ayuntamiento de Cehegín volvió a abrir el proceso de selección para contratar a un monitor de natación para la piscina cubierta. En esta ocasión sí que quedó primera en el concurso.

Años más tarde, en 2007, Alicia del Amor volvió a participar en el mismo proceso del Ayuntamiento, pero esta vez pidió que se tuvieran en cuenta los anteriores documentos presentados (incluidos los que algunos trabajadores municipales ponen en duda).

Posteriormente, ya sin participar en ningún proceso selectivo, el concejal de Deportes del PP, Antonio Marín Sandoval, la contrató como monitora de natación a media jornada, ampliando su horario en febrero de 2008 de 17,5 a 20 horas a la semana. En abril de ese año, el mismo concejal volvió a ampliarle el horario. Y de nuevo en mayo, Marín Sandoval le completa la jornada. Es entonces cuando Del Amor es nombrada directora de Deportes, cesando al funcionario de carrera que llevaba ocho años realizando esa función. Se mantuvo en el puesto hasta 2015, con la llegada del PSOE al poder, y en 2019 se presentó a las elecciones municipales como número 1 del PP, logrando el bastón de mando tras pactar con Cs el reparto de la Alcaldía tras los dos primeros años.

La querella de Del Amor, admitida a trámite y a la espera para declarar

Alicia del Amor adelantó en enero de 2020 que interponía una demanda contra un trabajador del Consistorio de Cehegín, su expareja, tras acusarlo de haber solicitado meses antes su expediente para, presuntamente, incorporar en el proceso de contratación un título falsificado y posteriormente ofrecer dicho fraude a diferentes medios de comunicación regionales. Entonces lo calificó de «ataque machista».

Según ha podido saber esta Redacción, la querella fue admitida a trámite el pasado mes de diciembre y ambas partes se encuentran a la espera de ser llamadas a declarar.

Desde el Ayuntamiento emitieron entonces un comunicado en el que ponían de manifiesto que todo se trata de un montaje «urdido por una persona con la única finalidad de causar a la alcaldesa todo el daño posible, tanto personal como político, suponiendo además esta acción una forma de violencia machista».