La Consejería de Fomento buscó en el seno de la Universidad de Murcia a un historiador que les diera la razón para apoyar el cambio de nombre del aeropuerto internacional de la Región por el del ingeniero murciano Juan de la Cierva. El elegido fue el catedrático de Historia Moderna, Francisco Javier Guillamón Álvarez, quien entre otros puestos también ocupó el cargo de vicepresidente primero de la Caja de Ahorros del Mediterráneo.

En un informe, que adelantó este periódico, el historiador concluyó que «privar del honor de que el aeropuerto lleve el nombre de Juan de la Cierva con juicios morales sospechosos y con argumentos que no tienen en cuenta su legado aeronáutico y su gran contribución al desarrollo de la aviación, se antoja tan torticero como despachar la Guerra Civil sólo como la defensa de intereses oligárquicos». Guillamón, por tanto, apoyó la tesis del Gobierno regional.

Ante este informe que partía de la comunidad académica de la UMU, ayer un total de 18 profesores de la Universidad comenzaron una recogida de firmas e hicieron público un manifiesto donde mostraron su «disconformidad» con el procedimiento seguido por el rector José Luján «para posicionarse públicamente sobre las tesis del Gobierno regional relativas a la denominación» del aeropuerto de Corvera. «La decisión unipersonal del rector de encargar un informe sobre la cuestión ha supuesto desestimar el enorme caudal de investigación sobre la Guerra Civil atesorado por el profesorado investigador en Historia Contemporánea de nuestra institución, al haberlo confiado a alguien ajeno a la materia, un especialista en Historia Moderna», señalan los firmantes en el manifiesto.

Acusan a Luján de usar en su beneficio la imagen de la Universidad, «un uso de más que dudosa legitimidad», para «blanquear» la figura de Juan de la Cierva y su colaboración con el golpe de estado militar de 1936. Luján apoyó colocar el nombre del inventor para el aeródromo durante el discurso del acto de Santo Tomás de Aquino, en junio.

El papel que jugó el rector José Luján en esta polémica historia se basa, según él, en un mero intermediario que «no forma parte de este asunto». El propio rector reconoce que fue Fomento quien encargó el informe a Guillamón para lograr un apoyo técnico a la iniciativa del Gobierno autonómico: «El rector acusó recibo y dio traslado de esta solicitud al interesado, quien tomó la decisión de hacer el informe», señalan fuentes de la UMU.

La Federación de Memoria Histórica pide a Luján que rectifique

Por su parte, la Federación de Asociaciones de Memoria Histórica de la Región de Murcia ha coincidido con los profesores de la UMU en que Luján ha encargado el informe a un «hagiógrafo del ingeniero golpista» sin ninguna investigación publicada ni documento pericial sobre el mismo, en lugar de recurrir al «magnífico plantel» de profesores expertos en la materia.

La federación ha asegurado que hay un «malestar» en el Departamento de Historia por la designación de un «lego» que no dice «ni media palabra» sobre la carta del ingeniero murciano a Mola, en la que le informaba del pedido de armas que acababa de conseguir del almirante alemán Wilhelm Canaris.

Por último, la FAMH-RM ha mostrado su «incredulidad» ante el hecho «insólito» de que el rector de la UMU designe a un «declarado partidario del ingeniero golpista» para elaborar un informe que terminará cuestionando la «neutralidad e independencia» de la universidad, sometiéndola a los «intereses políticos e ideológicos» del Gobierno regional.