A gritos, haciendo palmas o mediante una campanilla. Estos son los métodos que los pacientes de la segunda planta de Oncohematología del Hospital Morales Meseguer de Murcia vienen utilizando los últimos meses para poder avisar al personal de Enfermería cuando necesitan algún tipo de atención.

Los timbres de las habitaciones con los que los usuarios avisan a los sanitarios y gracias a los cuales les salta un aviso en el punto de control están rotos desde febrero, según denuncian los afectados, unos seis meses en los que los pacientes y profesionales se las han tenido que ingeniar para poder funcionar en el día a día.

«Los pacientes de la planta segunda izquierda del Morales Meseguer están incomunicados para poder avisarnos, por lo que muchas veces lo hacen gritando o haciendo palmas para que se les oigan desde fuera de las habitaciones», explica a LAOPINIÓN un trabajador del centro hospitalario que prefiere mantener el anonimato.

El sanitario afirma que el problema se viene repitiendo desde hace varios meses y «pese a que se ha avisado no se le pone solución», un problema que se agrava teniendo en cuenta el tipo de pacientes que ingresan en la segunda izquierda del Morales. «Tenemos enfermos oncohematológicos, muchos de ellos inmunodeprimidos, que pasan gran parte del día solos y que no tienen otra forma de llamar a Enfermería», insiste.

La queja por los problemas con el sistema de aviso de timbres desde las habitaciones no viene sólo de los profesionales, sino que pacientes y familiares también la han trasladado interponiendo las correspondientes quejas en el Servicio de Atención al Usuario (SAU) del propio hospital.

Juan José Nicolás, hermano de un paciente del Morales Meseguer que ha sufrido este problema, muestra su indignación por esta situación y explica que su hermano Antonio además es sordo y apenas puede comunicarse verbalmente y «aún así se le mantuvo en una habitación en la que no funciona el timbre de llamada al control desde hace más de tres meses». En su caso, Juan José interpuso una reclamación «después de que las enfermeras me sugirieran, igual que al resto de familiares, que comprásemos una campanilla en un chino para que los pacientes la hicieran sonar y pudieran ser oídos en el control».

Otros empleados indican que por las noches, la enfermera tiene que sacar un sillón al pasillo y sentarse allí para poder ver si se enciende el piloto luminoso que hay encima de las puertas de cada habitación, al estar roto el sistema de comunicación.

Preguntados por este problema y por las quejas de pacientes y sanitarios, desde la Consejería de Salud explican que «ha habido averías puntuales que se han intentado solucionar sin tener que cerrar la planta». Al tiempo que informan de que «el miércoles (por hoy) estará en marcha un nuevo sistema que se empezará a instalar ya mismo».