Ecologistas en Acción ha denunciado, a través de un comunicado, que los contratos de cesión de derechos, es decir, la compra-venta de agua perteneciente al regadío de las aguas reguladas por el embalse del Argos, que vienen teniendo lugar en los últimos años, en torno a 1.500.000 metros cúbicos anuales, suponen un serio riesgo de que la huerta histórica del río Argos pueda perder parte de los caudales que le corresponden, y a los que tiene derecho, en favor de nuevos regadíos o de perímetros ajenos a los regadíos tradicionales, con menor prioridad legal que los regadíos tradicionales y que carecen de sus valores ambientales, sociales y culturales.

La venta de agua rompe el vínculo histórico, ambiental y jurídico que siempre ha existido en los regadíos tradicionales, entre la propiedad de la tierra y los derechos de agua, y amenaza la conservación de la huerta del Argos, del río y de otros usuarios aguas abajo, porque no solo se vende parte del agua que debía utilizarse en la huerta y para el mantenimiento del río, sino que se eliminan los retornos de riego de esos caudales, lo que afecta a los derechos de otros regantes y usuarios aguas abajo.