Casi un año y medio después de que se iniciara la pandemia de coronavirus los centros de salud y consultorios vuelven a hacer frente a una situación insostenible ante la avalancha de casos covid que están recibiendo en las últimas semanas, a lo que se suma que no se han puesto en marcha las medidas de refuerzo tantas veces prometidas. Atención Primaria (AP) vuelve a ponerse frente al virus prácticamente desarmada y con las plantillas mermadas por las vacaciones de verano. Tanto es así que este viernes el gerente del SMS, Francisco Ponce, alertó del riesgo de colapso de los centros de salud y los consultorios.

Sindicatos, sociedades médicas y de defensa de la Sanidad ponen el grito en el cielo y piden de forma «urgente» los recursos que no han llegado aún.

Celia Román, vocal de AP del Sindicato Médico Cesm, alerta de que «se aproxima un tsunami, la situación está empezando a complicarse y el número de casos de la ola epidémica es igual al que tuvimos a final de agosto de 2020».

Román recuerda que hay más de 2.000 pacientes positivos a los que se está haciendo seguimiento desde centros de salud, a los que se unen sus contactos estrechos, lo que implica que cada centro asuma cada día unos 12 pacientes nuevos.

«La situación difícil que tenemos en verano se complica mucho más porque los compañeros se han ido de vacaciones, no hay sustitutos y tenemos que volver a hacer frente al covid», dice.

Sin refuerzo cinco olas después

Aunque en los hospitales la presión es mucho menor, al darse la mayoría de los contagios en personas jóvenes que pasan la enfermedad en casa, «en AP estamos desbordados». La vocal de Primaria de Cesm insiste en que «lo que más rabia da es que tenemos experiencia es esto. Desde el inicio de la pandemia se tenía claro que era fundamental reforzar la AP, refuerzos que cinco olas después no han llegado».

Román considera que «lo más duro es que tenemos que dejar de lado la atención a otros usuarios para atender los casos covid».

En esto también coincide el presidente de la Asociación de Defensa de la Sanidad Pública (ADSP), Mario Soler, quien explica apenado que «estábamos retomando la atención a crónicos desde hace dos meses, paciente mayores, vulnerables y con patología crónica, y eso una vez más vamos a tener que demorarlo porque durante el verano será muy complicado seguir haciéndolo».

Actualmente «existe mucha sobrecarga y eso lo sufre también el paciente, con demoras en las consultas, que ya empieza a ser un problema importante en las citas presenciales», apunta Soler.

El responsable de la ADSP considera que «todo dependerá de cómo evolucione la pandemia, pero si lo hace al ritmo de las últimas tres semanas la situación será crítica porque habrá colapso. Hay que tener en cuenta que cada médico tiene un cupo medio de 1.500 pacientes, por lo que en verano sube a los 3.000 para cubrir a los compañeros de vacaciones, a los que hay que sumar los contagios covid, una situación que califican de «insostenible».

El vicepresidente de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria, Jesús Abenza, afirma que las agendas están llenas desde hace días y hay que hacer hueco y forzar citas para los casos covid.

«Los lunes y los viernes las consultas son demoledoras porque hay muchas más urgencias, más sospechas covid acumuladas del fin de semana y resultados de los festivos. Siguen los problemas con el sistema Omi, así como con la receta electrónica. Es muy complicado trabajar en estas condiciones», explica Abenza.

6 centros en alerta naranja

De los 85 centros de salud que hay en la Región de Murcia un total de 54 ya se encontraban a final de esta semana en nivel amarillo, reduciéndose hasta los 25 los que están en verde.

La situación más extrema la están viviendo 6 que han pasado a naranja, concretamente los centros de salud de La Manga, La Unión, Mazarrón y Molino Marfagones (del área de Cartagena), así como Jumilla y Torre Pacheco.

Las restricciones dejan a los hosteleros en una «situación crítica»

El presidente de Hostecar, Juan José López, aseguró ayer que las nuevas restricciones impuestas por la Comunidad han dejado en una «situación dramática» a los empresarios del ocio nocturno y a los de los salones de celebraciones. «Nos tenemos que poner en su lugar; son 16 meses así, sin poder ejercer su actividad en ningún momento, no hablamos aquí de que hayan podido abrir con un porcentaje como en otros sectores». López lamenta que, a pesar de todo el debate y las limitaciones que se han hecho, «siguen estando señalados». Indica también que a pesar de que algunos de ellos se han podido reconvertir en cafeterías, «el negocio estaba planificado y enfocado al ocio nocturno, por eso es difícil que puede soportar en esa situación mucho tiempo».