Primera crisis con las universidades públicas en la etapa de Valle Miguélez como consejera de Universidades. La razón se encuentra en la votación que debía haber tenido lugar ayer en el Consejo Interuniversitario a cuenta de la ampliación del grado de Medicina de la UCAM en su campus de Cartagena. Dicha votación finalmente no se dio y esto provocó el enfado de los representantes de la Universidad de Murcia y la Universidad Politécnica de Cartagena.

Ambas universidades públicas habían solicitado votar la extensión del título sanitario de la Católica al campus de Los Dolores el próximo curso, que acogerá a 60 alumnos nuevos cada año, pero la consejera se negó al justificar que las ampliaciones de los grados ya concedidos a una universidad no se tienen que someter a consulta, si no que se «informa favorablemente» de dicha medida aunque no haya votación.

Esto provocó el enfado tanto de la UMU como de la UPCT, que hicieron patente su malestar y quisieron que constara su rechazo a la llegada de Medicina de la UCAM a la ciudad portuaria, al igual que Gloria Alarcón, diputada del PSOE. Los informes remitidos a las universidades para valorar el título debían votarse y tanto la UMU como la UPCT buscaban que cada parte se retratara en el Consejo.

Los argumentos en contra nacen de que ambas universidades públicas no consideran necesario que el Gobierno regional financie las prácticas clínicas de otros 60 alumnos que entrarán en el circuito de los hospitales públicos de Cartagena para realizar su aprendizaje práctico. El conflicto con el grado de Medicina de la UMU se remonta a 2012, cuando se implantó en la universidad privada, en sus campus de Guadalupe, provocando un rechazo unánime de toda la comunidad universitaria de la UMU. Otro argumento es el elevado número de egresados de Medicina cada año en la Región y el escaso número de plazas para Médico Interno Residente (MIR) que se convocan para los hospitales públicos regionales.

Las decisiones de este órgano consultivo no son vinculantes y la implantación de un nuevo grado o la ampliación de un título se aprueba de forma definitiva en el Consejo de Gobierno. La UCAM hubiera contado con el apoyo de los representantes de la Consejería, junto con los diputados regionales Víctor Martínez-Carrasco (PP) y Francisco Álvarez (expulsado de Ciudadanos) y la presidenta del Consejo Escolar, Juana Mulero. Ambas universidades han cuestionado la función de este órgano y lamentan que la Consejería de Salud no haya realizado un informe que valore el impacto sociosanitario de admitir a 60 alumnos más cada año de Medicina en el sistema sanitario regional.

Josefina García, rectora de la UCAM, subrayó ayer que «este hecho histórico va a convertir a Cartagena en una ciudad universitaria abierta al mundo, ya que atraerá a muchos alumnos locales, nacionales e internacionales». La Católica recibió el visto bueno definitivo de la Aneca el pasado mes de junio para Medicina en Cartagena.