La biodegradación de los agroplásticos tras el fin de su vida útil es una necesidad debido a sus efectos nocivos sobre el medio ambiente y la salud humana. El proyecto AP-WASTE, en el que participan investigadores del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC), estudia la biodegradación por parte de larvas del gusano de la harina Tenebrio molitor de diferentes tipos de plástico: poliestireno expandido (EPS) y polietilenos de alta y baja densidad (HDPE y LDPE), que se suelen utilizar en acolchados, cubiertas, invernaderos y túneles, para transformarlos en productos de valor añadido, como quitosanos, fertilizantes o fuente de naturaleza proteica, fomentándose así la economía circular además de la eliminación del problema ambiental.

El grupo operativo AP-WASTE se constituyó en 2019 y tiene por objetivo favorecer la retirada de agroplásticos de suelos agrícolas y su degradación a través del uso de larvas de insectos en unión con los microorganismos que están presentes en su sistema digestivo y que permiten descomponer y hacer desaparecer un porcentaje importante de estos materiales. AP-WASTE está financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a través de una subvención del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER). Los primeros resultados obtenidos mostraron la potencialidad de tres bacterias identificadas como degradadores de LDPE dentro del tracto digestivo de tenebrios (Pseudomonas aeruginosa, Rhodococcus rhodocrous y Mixta tenebrionis). Como consecuencia de estos primeros resultados, los investigadores José Antonio Pascual y Margarita Ros, del Grupo de Conservación de Suelos y Manejo de Residuos del CEBAS-CSIC, están trabajando en estos momentos en el enriquecimiento de las larvas con las bacterias identificadas como degradadoras de LDPE.

Usos alimentarios y cosméticos

La obtención de quitosanos, fertilizantes y fuentes proteicas tendría diferentes usos y aplicaciones. Los investigadores Pascual y Ros explican que «el quitosano, por un lado, es un biopolímero natural que tiene usos desde cosméticos, alimentarios y hasta para producir bioplásticos y aditivos para plásticos.

Además, el gusano de estos insectos tiene un alto valor nutricional que podría ser usado como biofertilizante en la agricultura dado que presenta interesantes efectos bioestimulantes, así como es válido en el control de patógenos».