Los próximos años presentan varios retos en la lucha contra el cambio climático. Entre ellos nos encontramos ante la carrera por impulsar la transición energética hacia la descarbonización de la economía en la que, sin lugar a dudas, las energías renovables están siendo las protagonistas. Si analizamos las diferentes opciones de energías limpias, la solar fotovoltaica adquiere un papel relevante. Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de Energía (AIE), afirmó que la energía solar fotovoltaica puede convertirse en la principal fuente de energía por capacidad en los próximos cinco años.

La revolución fotovoltaica que estamos viviendo en el mundo y, en especial, en países como España, está siendo clave para empujar los objetivos marcados para la transición energética, y debemos seguir trabajando para que así sea. Aunque el desarrollo de las plantas fotovoltaicas es necesario, debemos asegurarnos de que esta transformación se ejecuta de manera adecuada para lograr un equilibrio armonioso entre el desarrollo económico y social de las comunidades locales y la preservación y cuidado del medio ambiente, que se engloba bajo el concepto de ecovoltaica, acuñado por la empresa murciana Soltec. Es importante, por un lado, integrar las plantas solares con el ecosistema y el paisaje en el que van a convivir, y que, además de evitar el impacto ambiental, se conviertan en oportunidad para la regeneración de la flora y la fauna de las localidades donde se instalan. Tal y como defiende la UNEF, las plantas solares son una oportunidad para la mejora de la biodiversidad en España. Señala que, si se aplican medidas de integración ambiental y una restauración del entorno, se pueden mejorar incluso las condiciones naturales del territorio y de la eficiencia de la propia planta.

La construcción de un parque debe ser lo menos invasiva posible, diseñando las plantas de tal forma que los paneles permitan que la luz llegue al suelo y, por tanto, mantener la capa de vegetación bajo ellos. De esta manera, la actividad biológica en el suelo continúa e incluso estas plantas solares son compatibles con la agricultura y la ganadería.

La Región de Murcia es pionera en la implantación del modelo de ecovoltaica como puede verse en algunas plantas como la ubicada en Totana, donde se ha logrado un equilibrio modélico gracias al corredor ecológico creado y su capacidad para acoger actividades de ganadería y apicultura. También La Asomada es un ejemplo de recuperación forestal gracias al trabajo de la compañía murciana Soltec que, junto con ANSE, llevó a cabo iniciativas de reforestación. Los empleados de la empresa murciana plantaron 500 árboles y arbustos autóctonos que servirán para la reducción del impacto visual de la planta fotovoltaica.

Según explica Eduardo de San Nicolás, CSO de Soltec, «es necesaria la colaboración con todos los actores involucrados para fomentar la implantación de la ecovoltaica en las plantas solares, desde las propias compañías hasta agrupaciones locales, y poner en relevancia el papel de la economía circular en las localidades donde se trabaja. La construcción de una planta solar supone una oportunidad de desarrollo económico, laboral y social de la zona».

La energía solar fotovoltaica favorece a la generación de empleo en las comunidades locales. Eduardo de San Nicolas afirma que «tanto en la construcción como en el mantenimiento operativo de las plantas se debe impulsar la contratación de proveedores locales de material, equipamiento y profesionales capacitados, con el fin de contribuir al enriquecimiento directo e indirecto de las comunidades y su consecuente desarrollo».

Por otro lado, es clave tener en cuenta que la innovación en la tecnología fotovoltaica es clave para poder asegurar una gestión eficiente y sostenible de las plantas.

Un ejemplo del compromiso de Soltec por la innovación en sostenibilidad es el diseño de seguidores a un solo eje, que permiten despejar la tierra para poder seguir utilizándose con fines agrícolas. De esta forma, la fotovoltaica y la agricultura pueden coexistir en el mismo terreno. Estudios experimentales recientes de la Universidad Estatal de Oregón han demostrado que la coexistencia de las dos actividades aporta beneficios recíprocos. Los estudios revelaron que la sombra de los paneles solares ayuda a producir hasta un 12% más de cultivo que en los campos tradicionales. Otra consecuencia de esta protección es la reducción de la evaporación del suelo, que mantiene el ambiente más húmedo y, por lo tanto, genera un menor consumo de agua para el riego.

Según explica Eduardo de San Nicolás, «tradicionalmente, las plantas solares fotovoltaicas ocupan terrenos con construcciones fijas de acero, dejando muy poco espacio utilizable para el cultivo de cualquier tipo de agricultura y la cría de ganado. Es imprescindible realizar un estudio detallado a la hora de diseñar una planta para permitir el desarrollo de proyectos agrovoltaicos, cuya función puede resultar muy positiva».

El sector fotovoltaico está en auge y, concretamente, la Región de Murcia tiene una gran oportunidad ante la cual lo expertos llaman al consenso y a empujar este sector desde la iniciativa tanto pública como privada. Concretamente en la Región de Murcia los planes del Gobierno implicarían una inversión prevista de 3.000 millones de euros en estos proyectos. Esta inversión, sin duda, será importantísima para llegar a cumplir los objetivos marcados para 2050 por el PNIEC y la Unión Europea, para los que el papel de las plantas solares es trascendental.

La fotovoltaica y la agricultura pueden coexistir en el mismo terreno y con beneficios recíprocos

Un ejemplo del compromiso de Soltec por la innovación en sostenibilidad es el diseño de seguidores a un solo eje, que permiten despejar la tierra para poder seguir utilizándose con fines agrícolas. De esta forma, la fotovoltaica y la agricultura pueden coexistir en el mismo terreno. Estudios experimentales recientes de la Universidad Estatal de Oregón han demostrado que la coexistencia de las dos actividades aporta beneficios recíprocos.