¿Ha fallado la Confederación Hidrológica del Tajo en los caudales ecológicos fijados entre Bolarque y Aranjuez por utilizar documentación desfasada? Luis Garrote, catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad Politécnica de Madrid, considera que sí, que incluso los caudales que discurren hasta ahora por el Tajo podrían ser menos y se conservaría igualmente la biodiversidad. El problema residiría en el empleo de unos datos no actualizados del Sistema Integrado de Modelación Precipitación-Aportación (Simpa) que abarcaban una serie muy corta de lluvias registradas y que de prolongarse y llegar hasta 2018, el modelo cambiaría al ofrecer aportes de precipitaciones más reales.

Tal es así que aumentar el caudal ecológico del Tajo entre Bolarque y Aranjuez, que ahora está en 6 metros cúbicos por segundo y que en el nuevo plan hidrológico subiría progresivamente hasta llegar a los 8,5 m3/s, no sería necesario ya que la subida del caudal mínimo tampoco sería necesaria y que incluso este podría rebajarse hasta los 5,2 m3/s. Esto supondría que una cifra así en el panorama del nuevo plan hidrológico no tendría una afección importante en los envíos de agua por el Trasvase Tajo-Segura, garantizando por una parte el ecosistema en el Tajo salvando a la fauna del río y, por otro, garantizando las aportaciones al regadío levantino.

El catedrático señala además que el Plan del Tajo se ha desarrollado tomando como valores para fijar un caudal ecológico un tramo del río de 177 metros. Esto supondría dejar al margen cien kilómetros de cauce que separan el embalse de Bolarque y la ciudad de Aranjuez, donde ya constata Garrote que el caudal podría ser incluso menor que el estipulado.

El informe cuestiona, por otro lado, que el cálculo se aplique de forma general, cuando en el propio Tajo hay tramos donde no sería ni siquiera necesario fijar caudales ecológicos porque es suficiente con el régimen natural. «Solo habría que establecer caudal ecológico en las masas de agua que no están en buen estado, y también habría que analizar por qué están estas masas en mal estado. El caudal debiera servir, en mi opinión, para corregir, no fijarlo de forma general como se ha decidido», subraya Garrote.

Los resultados de este informe, que se presentó ayer en una jornada online organizada por el Sindicato Central de Regantes Acueducto Tajo-Segura, abren la puerta a una rectificación del Ministerio para la Transición Ecológica durante los próximos seis meses para solucionar el error. Otro fallo es que se aumenta de manera excesiva la servidumbre porque se establece que el caudal ecológico esté al final del tramo de la masa de agua y no al principio.

Con esta nueva disposición de caudales ecológicos en el Tajo, la disponibilidad de agua de forma natural sería cero si no hubiera embalses reguladores. Si se incrementan va a provocar, según Garrote, que se prohíban nuevas concesiones de agua por falta de caudal, pero lo peor es que en el caso de las concesiones actuales, vinculadas a unas inversiones ya realizadas, estas pueden verse sin el agua para la que se planificaron las explotaciones. «Esto debiera incorporarse al debate», subrayó el catedrático, que apela por la «concertación ante de la imposición porque todos los usos de agua se van a ver afectados en la cuenca».

Eliminar el tasazo

Los socialistas valencianos con el presidente autonómico Ximo Puig a la cabeza están intentando negociar con el Ministerio la eliminación del tasazo por el mantenimiento del acueducto que cada año obliga a pagar 12 millones de euros a los regantes que van destinados a las confederaciones hidrográficas del Segura y del Tajo. Por otro lado, el partido socialista está trabajando para que el PP renuncie a la reserva de 60 hm3 que irían a parar a una potabilizadora de Madrid con agua procedente del Tajo, un proyecto histórico de la Comunidad de Madrid.