Un total de 177 familias han accedido en los primeros seis meses de este año a una solución de urgencia para evitar que puedan perder su hogar con motivo de la crisis económica provocada por la pandemia, especialmente en las unidades familiares más vulnerables, así como autónomos o emprendedores en una situación de insolvencia financiera sobrevenida por el virus.

Las ayudas en materia de hogar ofrecidas a los ciudadanos de la Región son moratorias en el pago de la renta del alquiler y de la deuda hipotecaria; la refinanciación de los préstamos hipotecarios; la suspensión del lanzamiento, ampliación del período de carencia, a la vez que se les ha prestado orientación y asesoramiento jurídico-financiero en materia de vivienda.

Asimismo, a las familias se les han informado de la batería de ayudas inmediatas habilitadas por la Comunidad Autónoma para el auxilio social de las familias destinada a paliar situaciones de emergencia, como el desahucio, y por otro lado las subvenciones a las familias que han visto reducidos sus ingresos por pérdida de empleo, un ERTE o reducida su jornada laboral o actividad.

El director general de Vivienda, José Francisco Lajara, ha destacado que "es muy importante la detección precoz de las primeras dificultades económicas para hacer frente a los gastos del hogar para activar todas las medidas con las que cuenta el Servicio de Mediación de la Vivienda de la Comunidad Autónoma".

En este tipo de situaciones, ha incidido el director general, "son muy importantes los tiempos" y ha aconsejado a las familias que se dirijan al citado Servicio, a través del teléfono '012', "donde se les darán soluciones específicas para cada caso en concreto".

"Una rápida intervención es crucial para evitar que ni una familia viva el duro momento de tener que abandonar su casa, como sucedió en la crisis anterior", ha señalado.