Con la llegada del verano y, especialmente, con las olas de calor que recurrentemente azotan a la Región de Murcia, es imprescindible el uso de protección solar para evitar quemaduras y, a largo plazo, la aparición de un cáncer de piel.

Sin embargo, la amplia gama de productos solares que hay en el mercado hace que muchos no sepan cuál es el más adecuado para su tipo de piel y edad. Que sea fácil de aplicar y de absorber, que no engrase la piel o se pierda su efecto al contacto con el agua son las principales preocupaciones que nos vienen a la mente a la hora de elegir un producto. Y, además, a estas dudas se añade el hecho de que la cara y el cuerpo necesitan diferentes protectores solares ya que la piel de la zona facial requiere de un cuidado especial.

La elección se simplifica si se tienen en cuenta diferentes parámetros como, por ejemplo, el tiempo de exposición al sol que se va a estar y el lugar donde se va a utilizar el producto.

Protector factor 30, como mínimo

El factor de protección representa cuánto tardan los rayos en penetrar en nuestra piel y cuál es su índice de protección; por ejemplo, con un protector 50, la piel tarda 50 veces más en estar totalmente expuesta a los rayos UV que si no tuviéramos protector solar. Sabiendo esto, el factor que nos conviene depende de nuestra edad y el tipo de piel. Pero para una protección al completo los expertos recomiendan usar un protector con factor 30 como mínimo, ya que con un factor menor nuestro cuerpo sería vulnerable a los rayos UV.

Por otra parte, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Minsterio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, subraya la importancia de evitar la exposición solar entre las 12.00 y las 16.00 horas, no dormirse al sol y extremar las medidas protectoras en las actividades al aire libre.

Respecto a la cantidad de crema, un adulto debe extenderse por el cuerpo de manera uniforme unos 30 mililitros sobre la piel seca, media hora antes de exponerse al sol y repetir la misma cada dos horas y después de transpirar, bañarse o secarse.

Por otro lado, no se deben utilizar los protectores solares que estén abiertos desde el año anterior, ya que su efectividad ya no está garantizada. Es importante aplicar la crema solar incluso en días nublados porque las radiaciones UV atraviesan las nubes y se reflejan en el agua, arena, hierba y nieve, según detalla la AEMPS, que recomienda también la protección de los labios y del cabello con productos específicos. También hay zonas más delicadas en función de nuestro cuerpo. Por lo general, las mujeres deben tener cuidado con la zona del pecho, mientras que los hombres deben prestar atención al cuero cabelludo.

Con los niños, más precauciones

Estos consejos están dirigidos para toda la sociedad, aunque es necesario recordar que la protección solar en los niños debe extremarse. No se puede exponer directamente a las radiaciones solares a bebés y niños menores de 3 años. Si el niño tiene menos de un año, se aconseja el uso de protectores solares que sólo contengan fotoprotector físico y sin perfume. A partir de esa edad, se pueden utilizar protectores con filtros químicos específicos para niños, sin perfume y resistentes al agua. Y usar siempre gafas y gorros.

Debemos elegir una crema solar que proteja de los rayos UVA y UVB

Es importante elegir una crema solar que proteja tanto de los rayos UVA (consecuente del envejecimiento de la piel) como de los UVB (causantes de las quemaduras). Ambas radiaciones son, además, factor de riesgo para el desarrollo de diversos cánceres de la piel, una enfermedad que va en aumento en las últimas décadas según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, cabe recordar que los sprays son por lo general más caros, pero facilitan la aplicación y permiten aprovechar casi todo el contenido. Ya no es cuestión de estar bronceado o no, sino de tomar precauciones para la piel, estar bien protegido ante la exposición del sol.