Las empresas familiares de la Región mejoraron su comportamiento económico y financiero entre los años 2017 y 2019, especialmente en lo referido a la devolución de la deuda. Ésta es una de las conclusiones que se desprenden del último informe sobre ‘La empresa familiar en la Región de Murcia, evolución 2017-2019’ que fue presentado ayer en el Centro Cultural Las Claras de la Fundación Cajamurcia.

En concreto, según el director de la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum y uno de los autores del informe, Ángel Meroño, este tipo de empresas incrementaron un 12,5 por ciento su capacidad de devolución de la deuda y otro 11 por ciento en la reducción de la deuda a largo plazo, «lo que ha generado una situación de equilibrio financiero».

Además, el incremento de la rentabilidad económica durante ese período «lleva a estas empresas a situarse por encima de la empresa no familiar», aseguró. La lectura de estos datos permitió al autor del informe asegurar que la apuesta por la supervivencia de la empresa familiar murciana, años en los que se invirtió en la profesionalización, «ha dado sus frutos y que la situación financiera de la empresa familiar es muy similar a la de la empresa no familiar en términos de autonomía financiera y endeudamiento, tanto a largo como a corto plazo».

Por su parte, el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de la Región (Amefmur), José María Tortosa, aseguró que gracias al esfuerzo que se hizo en su día por la profesionalización, en la actualidad la empresa familiar «es la gran deseada por parte de las no familiares y por los fondos de inversión, por esa gestión profesional, porque seguimos siendo austeros, seguimos pensando a largo plazo y porque hemos diversificado con el fin básico de persistir, de que nuestro legado trascienda; ahora se ve más claro que nunca, y en 2021 se verá todavía más».

Además, Tortosa aseguró que las empresas familiares «han salido más reforzadas de la pandemia, tanto a escala regional como nacional. En este sentido, citó un reciente estudio de KPMG y el Instituto de Empresa Familiar que revela que el 93 por ciento de los empleos en la empresa familiar se han conservado durante la crisis de la covid, y que el número de trabajadores que se han incorporado a los ERES ha sido menor que en la última crisis, la financiera de 2008.Ladillo

Más de 200.000 empleos

El informe presentado ayer, con respecto a los dos anteriores, introduce como novedad un análisis de las microempresas por la repercusión que tienen en el sistema económico del territorio. En total, se recogió información de 13.683 sociedades mercantiles de la Región, 9.795 microempresas y 3.888 pymes y grandes empresas. Según Meroño, el análisis de los datos permite conocer la importancia de las empresas familiares en la economía regional. Como ejemplo expuso que las 29.800 sociedades analizadas emplean a más de 200.000 personas y generan el 62% del Valor Añadido Bruto (VAB). Otro dato destacable del informe es que entre 2017y 2019 disminuyó un cinco por ciento el número de empresas activas al crearse menos que las que desaparecieron esos años; pese a todo, cabe destacar que el descenso es superior en las no familiares (7,3%) que en las familiares (4,3%). A pesar del descenso general, en ese período se produjo una mayor generación de VAB, y en el caso de las familiares, además, creció un 6% su facturación. Otros datos reseñables son que 9 de cada 10 empresas que se crearon entre 2017 y 2019 fueron familiares, que es más habitual que las no familiares se conviertan en familiares (3,5%) que al revés (0,9%) o que el 88,5 por ciento de las microempresas murcianas son familiares.

Interés de fondos de inversión

En la presentación también participó la directora territorial de Caixabank, Olga García, que señaló que, cada vez más, las empresas familiares de la Región despiertan el apetito de determinados fondos de inversión y que suelen recibir ofertas de compra. «La inmensa mayoría son rechazadas, o mejor dicho, no prosperan las opciones de venta porque se apuesta por mantener ese patrimonio dentro de la empresa», añadió José María Tortosa, que en cuanto a las razones que llevan a una empresa familiar saneada a vender parte de su patrimonio, aseguró que a veces sólo está detrás el deseo de recuperar un antiguo objetivo de la empresa, como diversificar.