La comunidad musulmana de Murcia sufrió ayer un ataque xenófobo en la mezquita de Cabezo de Torres, donde de madrugada una o varias personas pintaron mensajes en contra del Islam y los musulmanes y colgaron de la puerta una bandera de España con el mensaje: «La soberanía de España no se negocia». En esta pedanía hasta ahora no se habían producido incidentes de este calado contra la comunidad islámica y la convivencia era buena con los responsables y usuarios de esta mezquita.

El centro es propiedad de la Comunidad Islámica Ibn Arabi y en la facha de su bajo comercial, ubicado en un soportal de la pedanía, en plena avenida principal, se podían leer mensajes como ‘Stop invasión’ y ‘No al islam’. Las frases fueron acompañadas, además, del lanzamiento de una cabeza de cerdo con a un cuchillo de grandes dimensiones clavado que dejaron a escasos metros de la puerta de entrada a la mezquita.

Los responsables del centro religioso encontraron los restos de este acto vandálico en torno a las cinco de la madrugada, cuando la mezquita iba a ser abierta al público para el primer rezo del día. La investigación policial ya está en marcha para dar con los responsables y de ella se hará cargo la Guardia Civil. Sabah Yacoubi, presidenta de la delegación murciana de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes (ATIM), condenó el ataque «fascista y xenófobo contra los musulmanes de Murcia». Yacoubi mostró un enérgico rechazo por estos hechos y más en el contexto actual sobre los ataques por motivos religiosos o étnicos que están sufriendo los residentes extranjeros en la Región de Murcia.

«Esto ya no se puede considerar un hecho aislado como podría ocurrir antes. Estos son mensajes de odio», remarca Yahya Zarhouni, colaborador en la mezquita de Cabezo de Torres e integrante de ATIM. «Esto va en serio, estamos preocupados y cualquiera puede sufrir un ataque».

Tras la muerte a tiros de un joven marroquí en Mazarrón hace unas semanas a manos de un exsoldado, y tras el ataque a una mujer latinoamericana en Cartagena, esta hecho se suma a una lista de sucesos «que preocupa a las comunidades árabes» en la Región. La mezquita ya ha interpuesto una denuncia y espera que se encuentren a los responsables.

Desde el Ayuntamiento de Murcia lamentaron los hechos y procedieron a limpiar las pintadas de las paredes del local « para no dejar ni rastro de cualquier mensaje xenófobo y racista que no tiene cabida en nuestra sociedad», señalaba ayer la concejala Carmen Fructuoso. El ataque también fue condenado por varias formaciones políticas y sociales.