Impactados y por sorpresa. El anuncio de no contratar a profesores de refuerzo covid el próximo curso ha puesto en pie de guerra a los colegios e institutos de la Región de Murcia. La Consejería de Educación, tras meses guardando silencio sobre si mantendrían o no a estos profesionales que han resultado ser una pieza clave para los centros educativos este curso, aprovechó ayer la presentación de la guía que marcará las medidas sanitarias por la pandemia a partir de septiembre para dejar claro que no contarán con los 1.500 docentes extra contratados hasta ahora.

Estos docentes han apoyado la actividad educativa de los centros garantizando los desdobles de las aulas, cubriendo guardias o sustituciones puntuales de los profesores o vigilando que los protocolos sanitarios se cumplían a lo largo de todo el horario escolar. La consejera Mabel Campuzano no aclaró de qué forma los centros podrán desdoblar grupos el próximo curso sin depender de un aumento de plantilla destinada al refuerzo por la pandemia. La consejera señala que los centros podrán contratar en función de sus necesidad pero que ya no existirá la figura del docente covid ya que el Ministerio de Educación, señala, ha dicho que no son necesarios.

Sin embargo, durante la Conferencia Sectorial de Educación del pasado 19 de mayo, la ministra Isabel Celaá pidió a las comunidades «mantener los refuerzos de profesorado durante el curso 2021-2022 con el fin de garantizar la calidad de la educación y la presencialidad plena en todas las etapas educativas». Campuzano sí señaló que habrá un crecimiento de las plantillas que afectará sobre todo a la Formación Profesional por el aumento de la oferta de títulos y a la atención a la diversidad. Educación debe enviar a los centros mañana jueves el número de docentes con los que contarán el próximo curso.

El anuncio ha tenido una fuerte repercusión en la comunidad educativa, que se ha posicionado en contra de esta decisión. La medida, que no ha sido consensuada con las comisiones de directores de Primaria y Secundaria, pone en aprietos sobre todo a aquellos centros con un número importante de líneas o una ratio elevada de alumnos por clase.

Y es que la guía de inicio de curso, que será presencial en todas las etapas, establece que los alumnos deberán guardar una distancia mínima de 1,5 metros, aunque en casos excepcionales y en función de cómo evolucione la pandemia está podría verse reducida a 1,20 metros o incluso a un metro, pero no menos. Esta distancia solo está marcada para los alumnos de Secundaria y Bachillerato, ya que para los de Primaria e Infantil se priorizarán los grupos de convivencia estable, es decir, grupos burbuja que permitirían a los alumnos no mantener espacio entre ellos pero no podrían interaccionar con otras clases.

«Las medidas son imposibles»

Ante el escenario de garantizar como prioridad ese metro y medio, «cuando las clases agrupan a 25, 30 o 35 alumnos se hace inviable» ese espacio interpersonal, remarca Isabel Saturno, presidenta de la Asociación de Directores de Educación Secundaria, «ahora mismo es imposible cumplir las medidas de la Consejería con esos condicionantes y esperamos que rectifiquen». La directora del IES Sanje de Alcantarilla espera que al menos al final de agosto, como ya ocurrió el pasado año, negocien con los centros una contratación de docentes extra: «Nos han dejado tan descolocados que no nos lo creíamos».

Mariola Sanz, presidenta de la Asociación de Directores de Primaria, espera que Educación sepa comprender las características de cada centro educativo y aunque no sea necesario mandar refuerzos a todos, «deberían analizar de forma individual cada caso atendiendo a las necesidades que tenemos».

Entre los sindicatos también hubo fuertes reacciones. Nacho Tornel, responsable de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras, calificó de «indecencia» el plan de Educación: «Que lo hayan comunicado en julio, enmascarado en una orden de presencialidad, es un engañabobos, una trampa que no vamos a permitir. Condenan al paro a 1.500 profesores jóvenes que han sido esenciales este curso». Desde UGT, Ernesto de la Cruz, responsable de Enseñanza, reclamó saber cómo se van a incrementar las plantillas sin contar con profesores covid: «Escatimar recursos para implementar medidas tendrá consecuencias en toda la comunidad educativa».

SIDI explicó por su parte que «la Consejería de Educación se mueve por razonamientos económicos que pueden poner en peligro a la comunidad escolar debido a la falta de personal docente», mientras que desde el Sterm Intersindical subrayaron que «una toma de decisiones unilateral, como sucedió el curso pasado, no es la mejor solución para afrontar un curso escolar que requiere de la participación y el compromiso de toda la comunidad. Sin embargo, una vez más, esta Consejería demuestra estar completamente al margen, alejada, de la realidad educativa».