Los equipos de cuidados paliativos de la Región de Murcia precisan de un refuerzo de personal para ofrecer una atención de calidad a los usuarios y poder recuperar programas que tienen desatendidos por falta de tiempo, como es el caso del que se encarga de la atención al duelo. Así lo entienden sus responsables y profesionales, quienes aseguran que los equipos no han aumentado desde que se creó el programa en el año 2007, «mientras que la demanda crece año tras año».

El Servicio Murciano de Salud (SMS) cuenta con 15 equipos de cuidados paliativos repartidos por las distintas áreas de salud de la comunidad murciana. Los tres hospitales de Murcia (Área I-Arrixaca; Área VI-Morales Meseguer y Área VII-Reina Sofía) disponen de dos equipos de paliativos cada uno; a ellos se suman tres más en el Área II-Cartagena; dos en el Área III-Lorca; uno en el Mar Menor; uno en Caravaca; uno en Cieza y otro más para la zona de Yecla y Jumilla.

Los equipos de paliativos están formados por médicos y enfermeros que centran su trabajo en intentar mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias cuando se enfrentan a una enfermedad muy avanzada e incurable que no responde a los tratamientos y que cuenta con un pronóstico de vida limitado. La atención se presta tanto en el ámbito hospitalario como en el domicilio, aunque se centra más en este último.

Las solicitudes llegan a los equipos de paliativos desde los especialistas hospitalarios o desde Atención Primaria, tras lo que se tiene un primer contacto telefónico con la familia y se realiza una valoración presencial.

Mercedes Navarro, enfermera de cuidados paliativos del equipo de la Arrixaca en el centro de salud de Zarandona, explica que la atención al paciente y a la familia se centra en cuatro ejes: físico, emocional, espiritual y social. Además de intervenir para que el paciente no tenga dolores en los últimos momentos de su vida, «se trabaja también con la familia para que se sienta acompañada y que viva con normalidad el final de la vida de su ser querido».

«Si la familia no tiene el apoyo que necesita, ellos no podrán atender al paciente, ya que necesitan sentirse fuertes para afrontar esta etapa», apunta Navarro.

Sin embargo, la mayoría de estos equipos han ido renunciando a poder ofrecer la atención al duelo por la falta de personal.

Esta enfermera insiste en la importancia de esta labor, con la que se ayuda a las familias a cerrar un proceso tras la muerte de su ser querido si han quedado bloqueados por la pérdida, permitiéndoles que avancen. Por ello, se analiza cómo ha sido la muerte, cómo han llevado el proceso de pérdida. «Lo ideal sería hacerlo con todos los casos, hacerles un seguimiento tras la muerte, a los tres meses y a los seis, pero no llegamos a todo», afirma Mercedes Navarro.

Otra de las profesionales de los equipos de cuidados paliativos del SMS, la doctora Ana Calvo, explica a LA OPINIÓN que la necesidad de refuerzos es constante durante todo el año, «sólo en el Área I-Arrixaca, donde somos dos equipos, necesitamos otro más, ya que la dispersión geográfica es tan grande que perdemos gran parte de nuestra jornada en el coche desplazándonos de una zona a otra».

Estos sanitarios atienden lo mismo a un paciente en el centro de la ciudad que en las pedanías del campo de Murcia.

«Pero esta necesidad es mayor en verano», insiste. Precisamente, este año no tienen médicos para cubrir las vacaciones en cuidados paliativos y se quedará un único facultativo para cubrir el verano en todo el área de salud de la Arrixaca. Mercedes Navarro lamenta que «este año no hemos conseguido sustitutos para las vacaciones de los médicos y en enfermería también hay problemas por la falta de personal con formación en paliativos», por lo que en estos meses «intentamos sobrevivir».

Cada uno de los quince equipos que funcionan en la Región atiende una media de 60 pacientes de forma continua, ya que cuando alguien sale del programa al fallecer entra otro nuevo, con unas 26 solicitudes nuevas cada mes.

El perfil de los pacientes que atienden en cuidados paliativos suele ser el de un enfermo oncológico, así como crónicos complejos, personas con demencia o alzheimer, así como casos de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). No obstante, estos profesionales quieren dejar claro en plena implantación de la Ley de Eutanasia en España (entró en vigor el pasado 25 de junio) que los cuidados paliativos no tienen nada que ver con el suicidio asistido, «nosotros tratamos de que lleguen al final de su vida en las mejores condiciones y sin sufrimiento, con un acompañamiento total».

El coordinador de Paliativos, José Antonio Martínez, reconoce el aumento de la demanda de los últimos años, llegando a atender a 1.960 usuarios en el año de la pandemia, «con las dificultades que esto implicó de acudir a los domicilios con el traje EPI de protección».

El tiempo que cada enfermo pasa en paliativos depende de cada caso, de la gravedad de su situación y el avance de la enfermedad, pero suelen estar entre seis meses y un año. Aunque también hay casos que están sólo unas semanas.

Desde la Consejería de Salud indican que entre los años 2019 y 2020 fueron casi 3.900 personas las que recibieron cuidados paliativos en la Región.

Estos pacientes fueron atendidos por 50 profesionales sanitarios en cada una de las unidades que hay en marcha.

Además, las atenciones realizadas por las 15 unidades especializadas domiciliarias en cuidados paliativos de la Región se destinaron a pacientes con enfermedades crónicas y con pronóstico de vida limitado como son los enfermos oncológicos, aquellos que tienen EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) o insuficiencia cardíaca.

Atención pediátrica

A las unidades de adultos se suma también la unidad de hospitalización a domicilio infantil y cuidados paliativos pediátricos, de ámbito regional, que está ubicada en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, y que está previsto que en octubre aumente en dos médicos y dos enfermeros, que tendrán su emplazamiento en los hospitales Rafael Méndez de Lorca y Santa Lucía de Cartagena.

Esta unidad de cuidados paliativos pediátricos gestiona 52 camas pediátricas. Nació en 2008 para proporcionar cuidados domiciliarios a niños con graves patologías que les hacían dependientes de asistencia respiratoria. También se han incorporado a ella pacientes oncológicos y niños con enfermedades neurodegenerativas y otras enfermedades sin posibilidades terapéuticas curativas que también reciben cuidados paliativos.

La atención al duelo sufre la falta de personal en cuidados paliativos

La atención al duelo sufre la falta de personal en cuidados paliativos Eva Moya

Inma López: "Tenerles cerca da mucha tranquilidad"

Inma López conoce en primera persona el trabajo que desarrollan los equipos de cuidados paliativos, ya que estos profesionales estuvieron atendiendo a su padre hasta el pasado mes de marzo, cuando falleció como consecuencia de su enfermedad. Esta murciana explica a LA OPINIÓN que su padre entró en el circuito de cuidados paliativos al ser enfermo oncológico con metástasis, aunque finalmente falleció a raíz de la demencia que sufría y no por el cáncer. «Mi padre estuvo muy poco tiempo recibiendo paliativos, algo más de un mes, pero el trabajo que han hecho estos profesionales ha sido espectacular. Tanto con él, a quien consiguieron aliviarle el dolor gracias a los parches de morfina, como el apoyo psicosocial que dan a los familiares». Inma cuenta desde el pasado mes de marzo con apoyo psicológico de la AECC y «son ellos quienes me están ayudando a avanzar en la fase del duelo», pero reclama más medios para estos profesionales. «Nosotros hemos tenido la suerte de contar con el equipo de paliativos, pero van desbordados y necesitan más personal, ya que la ayuda que nosotros hemos tenido no se le debería negar a nadie, tenerles cerca da mucha tranquilidad».